|Segundas impresiones|
VIOLET BRIDGERTON CONOCÍA MUY BIEN A SUS HIJOS. En concreto a Daphe, la que muchos consideraban su protegida, pero a veces la vizcondesa encontraba migajas de verdades de los hermanos de la pelirroja. Como por ejemplo Benedict, que se había pasado toda la fiesta de principios de temporada de Lady Danbury conversando con su ahijada, Alina Hazelwood. Gracias a Lady Danbury, Violet tenía muy buenas referencias de la chica y admiraba su valía y su aspecto siempre correcto... pero lo que más le gustaba de la joven, es que había despertado a un Benedict tranquilo y sosegado con ansias románticas.
O eso le parecía a ella.
—Madre, por decimotercera vez en lo que llevamos de mañana, no estaba cortejando a la Señorita Hazelwood.
—Oh, Benedict, tú que vas a decir si no veías como la mirabas...
El joven se rió.
—¿Es que acaso hay formas de mirar a alguien de forma amorosa?
La pregunta ofendió a la vizcondesa. A sabiendas de que se resistiría, Violet sentó a su hijo segundo en el sofá y empezó a rememorar antiguos recuerdos de su pasado: Todos con su marido Edmund, al que añoraba cada día.
—Cuando conocí a tu padre... Supe que había encontrado a mi alma gemela. ¿Sabes cómo? Por las miradas. Esa forma en la que me prestaba atención, aún cuando la sala estaba repleta de damiselas mucho más talentosas y bellas que yo. Esa forma de achinar sus ojos cuando se reía de alguno de mis sonrojos cuando me decía algún piropo. Esa... complicidad que se siente en la mirada de la otra persona cuando la tocas por accidente y descubres... no... y sabes que es la correcta. Benedict, hijo mío, yo vi ese afecto en tus ojos mirando a la Señorita Hazelwood—el joven soltó una risa—. Es cierto. Es dulce. Bella. Alegre y amable...
—No voy a desmentir ninguno de los cumplidos que has hecho sobre Alina, pero tengo que repetirte que la conocí y la aprecié como a una futura buena amiga. Nada más.
Violet tenía unos hijos un tanto tercos... No todo en ellos iba a ser perfecto.
La madre le dio una última mirada a su hijo y se puso en pie al ver a su joven Daphe de los nervios bajando las escaleras principales, viendo como la chica se desesperaba por la llegada de sus pretendientes.
—Seguiremos hablando, hijo mío...
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ALINA ESTABA FUERA DE SÍ.
Cuando la criada mayor de la casa de Lady Danbury cerró las puertas al último de los pretendientes que habían llegado a cortejarla, la joven estaba exhausta y terriblemente agotada de tanto sonreír. Se alborotó el pelo oscuro tras quitarse el recogido trenzado de su pelo y le pidió con efusividad a Lady Danbury que le desatara un poco el corsé.
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𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄──𝐁𝐞𝐧𝐞𝐝𝐢𝐜𝐭 𝐁𝐫𝐢𝐝𝐠𝐞𝐫𝐭𝐨𝐧 ✧.*
Fanfiction|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo.» Tras años retrasando el momento, Alina Hazelwood debe enfrentarse a sus mayores miedos entrando...