𝐕

4.1K 369 61
                                    

|Latigazos|

LOS BESOS DE ÉL LE RECORRIERON EL CUELLO EN PENDIENTE DESCENDENTE MIENTRAS SUS MANOS SEGUÍAN ENTRELAZADAS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

LOS BESOS DE ÉL LE RECORRIERON EL CUELLO EN PENDIENTE DESCENDENTE MIENTRAS SUS MANOS SEGUÍAN ENTRELAZADAS. Como el chico hábil que parecía ser, le quitó uno de las tiras del vestido y ella le sujetó la mandíbula para atraerlo hacia su boca de nuevo.

Lo miró a los ojos. Esos ojos tan condenadamente bonitos con los que había soñado tanto tiempo. Esos ojos tan azules y tan claros y tan profundos...

—Benedict...

Él la silencio con un nuevo beso.

—Tenemos que recuperar el tiempo perdido—le dijo él en respuesta, en un tono tan gutural y ronco como ella misma había utilizado.

Sus labios se tocaron suavemente al principio, probándose, sintiendo la chispa de la conexión después de tanto tiempo. El beso se volvió más profundo, apasionado, sus manos explorando, sintiendo la piel del otro y borrando los últimos años separados.

Una parte de ella quería llorar.

—No vuelvas a ignorarme—le pidió. Es más: Se lo suplicó—. Prométemelo.

—Alina Hazelwood, ahora mismo te prometería el sol y la luna.

—Prométeme que no volverás a ignorarme. Es lo que yo te pido.

—Te lo prometo—le beso la frente. Luego la mejilla y después la sien—. Te lo prometo, Ali.

Benedict la tomó firmemente por la cintura, y con un movimiento decidido y sin esfuerzo, la levantó. Alina sintió la fuerza y la seguridad en sus brazos mientras él la subía al escritorio y él apartaba sus cuadernos y sus libros de la mesa de un manotazo.

Por lo visto, llevar lienzos y pinceles lo ponía así de fuerte.

Ella se dejó llevar, con su cuerpo respondiendo a cada gesto de él. Alina se sentó en el borde del escritorio con sus piernas rodeando la cintura de Benedict, acercándolo aún más si era posible. Los besos se intensificaron, y una mezcla de deseo y entrega total la avivó, cada uno perdido en el momento y en el otro. Ella necesitaba más. Más de él.

—Prométeme tú una cosa—masculló Benedict de golpe, haciendo que la castaña abriera los ojos.

—¿Qué quieres, Número Dos?—le preguntó ella usando ese mote absurdo con el que todos se dirigían a él.

—Que cuando esto se acabe, vayas a buscarme de verdad.

Ella no lo entendió.

 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄──𝐁𝐞𝐧𝐞𝐝𝐢𝐜𝐭 𝐁𝐫𝐢𝐝𝐠𝐞𝐫𝐭𝐨𝐧 ✧.*Where stories live. Discover now