|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo.»
Tras años retrasando el momento, Alina Hazelwood debe enfrentarse a sus mayores miedos entrando...
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—HAY MUCHO EN JUEGO ESTA NOCHE—rezongó Lady Danbury cogida del brazo de Alina mientras entraban en la gran sala de baile de la fiesta de principio de la temporada—. Mucho en juego—repitió la mujer.
—Lady Danbury, tranquila. Esta temporada pienso tomarme más en serio lo de buscar marido: Se acabaron las excusas—prometió Alina con una sonrisa.
—Te va a ser realmente difícil, querida. Ya eras toda una solterona hace dos años presentándote en sociedad a una edad inadecuada. Y este año hay mucha competencia.
—¿Lo dice por alguien en específico?
Lady Danbury la miró superflua.
—Lo digo por todas.
—Este lugar es inmensamente grande—susurró Popy un par de metros a sus espaldas junto a Amybeth—. Amy, mira esa cúpula de cristal del techo. ¡Y mira que flores!
—Popertine Maleworm, controla ese entusiasmo—la regañó Lady Danbury—. No necesitamos más miradas de las que estamos teniendo en este instante si quiera.
Y la anciana tenía razón.
Todo el mundo miraba al grupo de las cuatro con increíble descaro y hablando en voz baja cuando se daban la vuelta. Los susurros y las especulaciones no tardaron en correr como la pólvora y eso puso a Alina muy nerviosa. Seguramente se estarían preguntando qué hacía ella de regreso en Londres y los motivos de su huída.
Ahora que necesitaba un marido urgentemente, iba a tener que trabajárselo más que cuando los rechazaba.
—Vayamos a por una copa de champagne.
Aceptando la propuesta de Amy, las cuatro caminaron hacia una mesa cercana y cogieron una copa exceptuando Popy, que se dedicó a olfatear las flores cercanas a ellas y admirarlas con mucho detenimiento.
—Te prometo que te conseguiré un ramo de rosas si dejas de olerlas como si fueras un perro.
—¿Qué tal unos girasoles? Son mis flores preferidas.
—Trato—aceptó Alina sonriendo.
—Pero que ven mis ojos. Alina Hazelwood...
Alina alzó los ojos en dirección a la voz reconocible y sintió el corazón del revés al ver a Violet junto a Eloise, Anthony y una mujer de piel oscura y realmente bella que iba de la mano del vizconde. Perpleja, Alina parpadeó varias veces antes de fijarse en que lo que tenía delante no era una ilusión.
