28: Siguiendo a la sombra

191 30 6
                                    

Adara

Otra vez estoy aquí, observando la pizarra de mi caso, sin ningún resultado. Oigo dos golpecitos en la puerta de la sala, entonces me giro a ver. Cuando la visualizo, sonrío. Triana se aproxima, me da un abrazo, luego nos ponemos a trabajar.

Una vez terminamos, todavía sin información, decidimos descansar y dirigirnos a un bar. Nos tomamos unos cocteles en la barra. Podemos al fin no hablar de trabajo, ya que me calcina el cerebro de tanto pensar.

—Me pone feliz tenerte de regreso. —Sonrío.

La rubia se ríe.

—Me alegra haberte caído bien.

—¿Por qué no? —Miro mi copa—. Eres la única humana en este pueblo de porquería que me ha tratado bien. Además, no piensas que soy una amenaza.

—Compréndelos, es muy extraño que sigas aquí. Serán personas normales, pero sus familias nacieron en este lugar. Los forasteros solo vienen y se van, si se quedan es porque son algo más. Sería muy extraño que no lo seas, y hasta que no lo reveles, no estarán tranquilos.

—No hay nada más, solo soy una mujer de ciudad que perdió a su madre, eso es todo lo que tengo para ofrecer.

—Yo que tú le vendería el alma a Cainán, para que el pueblo deje de mirarte raro. —Se ríe, así que la observo de mala manera—. Tranquila, era broma.

—No entiendo cómo fuiste capaz de hacer algo así.

—¿Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas? —Enarca una ceja, luego baja la vista, sonrojada—. Además, me gusta —confiesa, con un gesto de enamorada.

Mierda.

—No soy quién para juzgar gustos tan raros.

Se carcajea y vuelve a observarme.

—Pero si a ti te gusta Cainán. —Hace una pausa—. También Akil.

Me cruzo de brazos.

—Sin ofender, pero por más amor que tenga yo por un hombre, primero me elegiré a mí, así que jamás vendería mi alma a un demonio.

—Puede ser. —Suspira—. Debe ser que tengo muy baja autoestima.

Apoyo mi mano en la suya.

—Oye, no es tu culpa, tú misma lo dijiste, estabas en una situación desesperada y supongo que te aferraste a ello, pero está bien, si eso te hace sentir feliz, me parece perfecto, solo hablaba de mí. —Río, nerviosa—. Perdón.

Sonríe.

—No te preocupes, y sí, estoy bien con ello.

—De acuerdo, pero si el imbécil decide comerte, me vienes a buscar y hago que los dos demonios que están coladitos por mí lo detengan. —Hago una pausa—. Bueno, solo Cainán está loquito por mí, pero se entiende, Akil también me ayudaría.

Me río, entonces ella hace lo mismo, nos llenamos de carcajadas. Estoy muy contenta de, al fin, encontrarme en compañía de una amiga, poder tener este tipo de conversaciones y no sentirme rara con estos temas. Salimos del bar, una vez terminamos nuestra charla amena, entonces nos despedimos en el camino.

Avanzo por las calles oscuras de Norville. Escucho mi nombre, entonces todo mi buen humor se esfuma. No puedo estar feliz ni un segundo, maldita sea. No hay nada y esos sonidos me perturban. Maldición, no puedo seguir así.

Se escucha el ruido de la alarma de un auto, veo que, al parecer, un vehículo se ha chocado en la acera, hay un hombre que ha fallecido allí. Llamo al departamento de policía de inmediato. Creí que vería a Cainán otra vez, pero por suerte esto no tiene que ver con mi caso. Ya estoy paranoica, que todo lo que tenga que ver con muerte, lo relacionaré con la locura del pueblo.

Veo una sombra mientras mis colegas se ocupan, entonces con todo el pavor del mundo, termino siguiéndola. Nuevamente, no hay nadie en el callejón, solo algo que brilla. Me aproximo al fondo, me agacho, entonces encuentro un dije. Tiene la misma forma que mi tatuaje en el hombro.

—Qué carajos.

Supongo que tocará averiguar sobre las brujas o me volveré loca, ya lo he pospuesto por demasiado tiempo.

            Supongo que tocará averiguar sobre las brujas o me volveré loca, ya lo he pospuesto por demasiado tiempo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dos cosas:

1. Creo que es la primera vez que el acosador número 1 (Cainán) no aparece en un capítulo.

2. ¡¡Se vienen las brujas!!

Saludos, Vivi.

Tú y yo paranormalWhere stories live. Discover now