33: Lastimar a un demonio

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Adara

Dormir es horrible, es la cosa por la que más sufro cada día. Aunque extraño que solo fuera eso, extraño mi normalidad.

Con los ojos cerrados, sumiendo en un profundo sueño, que al fin logré, me mantengo en la cama. Es la misma en la que me acosté, es tan real como si estuviera despierta. El colchón se hunde y cuando me giro, tengo a Cainán en frente de mí.

Nuestras miradas se encuentran, y me besa, pero no reconozco cuál de los dos es, solo sé que su boca es intensa y sus manos me excitan. Nos movemos entre las sábanas, mientras el collar en mi pecho brilla a través de mi tatuaje. Gimo cuando me acaricia, es tan fuerte la sensación.

Luego, toda la satisfacción que tenía, se convierte en miedo. De repente, sostiene mis dos manos, sus ojos brillan, se relame los labios y de la nada sin previo aviso me muerde. No es una mordida cariñosa ni mucho menos, él me arranca la piel, entonces no me queda otra que gritar de dolor. Puedo ver mi carne, hay sangre por todas partes, la cual chorrea a borbotones.

Es la llegada de mi muerte, es mi fin, no queda nada de mí. La satisfacción de él, de querer probarme y alimentarse, es mi desdicha terminal, llena de agonía. Solo puedo morir de dolor y sufrimiento, solo puedo aceptar esta horrible carnicería.

—¡¡No!! —grito, despertando, sentándome de manera abrupta en la cama, observando para todas partes como si él hubiera estado aquí.

Toco mi cuerpo repetidas veces y veo que está sano, luego suspiro al darme cuenta de que estoy bien. Me ha llegado el alivio, sin embargo, me ha quedado la mala sensación. Palpeo mi cara, notando que he llorado.

¿Por qué soñé esto? No es mi habitual pesadilla con las sombras. Ahora que lo recuerdo, la última vez que hablé con Cainán, creo que casi caigo en la tentación.

"No negaste nada".

Claro, me gusta, pero eso no lo hace más fácil. Es un demonio, va a comerme, nunca ha dicho lo contrario. Tengo miedo de que mis pesadillas se hagan realidad.

¿Y si es como dice B? ¿Me embaraza y se come a mis hijos? Estoy delirando, soy estéril, pero él es un demonio, seguro mete huevos extraños en mi cuerpo como la película de Alien, entonces termino muriendo trágica y dolorosamente. Además, ¿cómo lo supo? Me lo preguntó, pero nunca di indicios de eso. Todo esto me está dando más asco que intriga y, aun así, el querer saberlo me vuelve loca.

—Voy a vomitar. —Cubro mi boca de la repulsión que siento.

Intento relajarme, me levanto, y como la otra vez, me dirijo a buscar a Akil, el cual duerme tranquilamente con sus niños, así que golpeo la puerta despacio.

Él se inclina y sonríe.

—¿Otra pesadilla? —consulta y asiento—. Ven, únete.

Me aproximo, entonces me acuesto con ellos.

—¿Por qué me siento tan tranquila cuando te abrazo? —consulto al hacerlo.

—Soy mitad ángel, ellos tienen un aura divina, eso es lo que te relaja.

—Ahora entiendo todo, ¿por qué no me lo quisiste contar antes?

—No soy muy apegado a esa parte de mí. —Se ríe.

—¿Por qué? —Mantengo la conversación, no quiero dormirme, tengo miedo de caer en otra pesadilla muy pronto.

—Ni idea, supongo que es porque no conozco a ningún ángel, lo único que sé de ellos es que abandonaron a mi madre a su suerte, dejándola en el mundo terrenal con una criatura dentro.

—Oh, qué triste. —Creo que no fue una buena idea preguntar, cambiaré el foco—. ¿Y qué hay de tu padre?

—La violó y murió, no tengo nada más que decir.

—Lo lamento tanto. —Hago una pausa—. Esto se volvió incómodo.

Sonríe.

—No te preocupes.

—¿Y no odias a los demonios? Tu padre era uno.

—La diferencia es que el capitán Rowan y su clan, me acogieron, cuando mi madre murió en el parto, así que entre elegir a los que te abandonan y los que no, pues se entiende mi elección.

—Vaya. —Quedo sorprendida—. No sabía que lo conocías de hace tanto, ni que te crio. Irónico que los seres más espeluznantes, sean los de buen corazón y los que debieron ayudar a tu madre, sean los supuestos santos.

—Te vendimos una historia diferente, pero sí. Y sobre la ironía, no estoy tan seguro, soy un híbrido, me cuidaron porque soy especial. Lo mismo pasa con Cainán, al ser un ser evolucionado, el cual puede mezclar la especie, todos quieren estar cerca de él. Nada más es cuestión de perspectiva.

—Y, aun así, prefieres a los demonios. —Enarco una ceja.

Se ríe.

—Si me das a elegir, pues sí.

Me quedo pensativa un momento, entonces me separo de él y me levanto de la cama. Se me queda observando, entonces decido aclararle.

—Me cambiaré e iré a caminar un poco, quizás así me dé sueño y me duerma, no quiero molestarte más.

Sonríe.

—No me molestas, Adara.

—Bueno, siendo sincera, me di cuenta de que me gusta mucho Cainán, y soñé con él, así que quiero aclararle algunos puntos.

—Seguro estará despierto —me alienta.

—Veo que no vas a detenerme.

—¿Por qué lo haría? ¿Acaso tus sentimientos por mí son más fuertes que los que tienes por Cainán? ¿Intentas ponerme celoso?

—En absoluto.

—Entonces ve. —Mantiene la sonrisa—. ¿Qué esperas?

—Sigo esperando que me detengas. —Me río—. Y no por sentimientos.

—Tienes miedo de que él te asesine —afirma.

—Sí —digo tímida.

Forma una sonrisa diferente, la cual hace notar la especie que trasmite, es su parte demoniaca, es una sonrisa siniestra.

—¿Quieres un arma que sí lastime a un demonio?

            —¿Quieres un arma que sí lastime a un demonio?

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Ese lado de Akil me movió toda la estantería 🙈💕 

Akil es un solecito, pero nunca hay que olvidar que tiene un lado demonio 😂❤️

Saludos, Vivi.

Tú y yo paranormalWhere stories live. Discover now