42: Corazones y garras

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Adara

Un nuevo día comienza. Acompaño a Triana a la estación de buses. Otra vez estoy aquí, pero en esta ocasión es al revés, es ella la que se irá. Me hace dudar. ¿Acaso podría reintentar pedir un boleto? Es probable que Norville no me lo permita. Se supone que es una fuerza que no deja salir a ningún ser sobrenatural o parecido. En mi caso, esas sombras que me rodean.

¿Será que si me cuelo en un micro este volcará o algo por el estilo? Como si fuera una energía, llena de mala suerte, evitando mi huida. Ni siquiera voy a intentarlo, voy a acabar con este caso, es lo que vine a hacer aquí después de todo. Nada más, me cuestiono, porque todavía me parece irreal lo que sucede.

Me despido de Triana cuando se aproxima el micro, pero lo que imaginé se hace realidad, visualizo como se vuelca, viniendo hasta aquí. Da varios giros en el aire, entonces llega hasta nosotras. Hay gritos y fuego por todos lados. Mucho humo. El día que parecía iluminado por el hermoso sol, parece por completo lúgubre. Me arrastro por los escombros y lo único que se me ocurre es llamar a Cainán. No veo nada, me pican los ojos. Toso justo cuando me atiende el teléfono.

—¿Adara?

—Me estoy ahogando... —Hago una pausa para intentar respirar—. En la estación de micros, no puedo...

Se me apaga, mierda. Espero que se haya entendido lo que dije. Aunque es probable que, con el localizador en mi pecho, lo descubra rápido. Seguro habrá más gente que habrá llamado a la ambulancia y a los bomberos, pero, simplemente, no lo pensé.

Sigo avanzando entre las paredes rotas y caídas, hasta que veo un poco de luz, entonces visualizo a mi amiga, tirada en el suelo.

—¡Triana! —grito, entonces me levanto como puedo y corro hasta ella.

Maldición, hay mucha sangre.

—Está... bien, estoy bien —expresa, respirando mal.

Me agacho, me quito la chaqueta e intento cubrir el líquido carmesí que sale de la boca de su estómago. Mi ropa se mancha de mucha sangre, así que grito.

—¡¡Alguien, ayuda!!

—No te preocupes... —declara ella, con una cantidad desbordante de lágrimas, por el dolor—. Era el destino, debía morir.

—¡¡No!! ¡¿Qué?! —Lloro también—. ¡¡Resiste!! Mira, escucha, son las sirenas. —Oigo el sonido de los vehículos—. ¡¡Estamos aquí!!

Hay un viento extraño, mi pelo se mueve. A lo lejos visualizo el bosque y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Algo muy desagradable se está aproximando hasta aquí. La ventisca se hace más fuerte en el lugar y chillo de dolor cuando siento que se introduce en mi brazo.

Es la cicatriz que me dejó el condenado.

Los agujeros se expanden y salen garras de allí, las cuales se terminan clavando en el pecho de Triana. Ella grita al igual que yo, pero no la sueltan. Esto no es una pesadilla, es real. El ruido cesa, ni las sirenas se escuchan, solo hay silencio y muerte.

Triana está muerta y ni siquiera entiendo por qué.

Las garras en mi muñeca se ocultan cuando escucho unos pasos, entonces me giro, visualizando a Elerick. Me levanto despacio mientras me está mirando. ¿Habrá venido a detener la partida de Triana y se encontró con esto? Tengo miedo, mucho miedo.

—Espera, yo no... —Más lágrimas mojan mi rostro—. No sé qué está pasando, pero no es mi culpa.

—¡¡Elerick!! —Llega Cainán, está lejos de nosotros.

El mencionado me observa sin un gesto de alma, ignorando que lo acaban de llamar. Vuelve a observar el cuerpo de Triana, luego regresa hasta mí. Abre la boca, bastante lento, y luego de un silencio arrollador, decide hablar:

—Mataste a Tity.

—No. —Niego moviendo fuerte la cabeza—. Es un error.

Frunce el ceño.

—Tú eres un error.

Todo, de improvisto, se vuelve en cámara lenta. Llega rápido hasta mí, pero son los segundos más sufridos que he tenido. De repente, agarra mi cuello, me empuja al suelo, golpeándome fuerte, ya que veo la sangre de mi cabeza salir, pero lo que me arrebata es el corazón. Sus garras me rompen la caja torácica y veo como en sus manos tiene mi órgano vital. Luego, ya no siento absolutamente nada.

Cainán B

«Hay que matarlo», dice A, cuando visualizo como Elerick acaba de asesinar a Adara en frente de mis ojos.

Ni lo pienso y corro a atacarlo, pero me esquiva. Lo hace muy rápido, incluso se burla, pues tiene el corazón en su mano de demonio. Casi ni ha cambiado de forma y continúa de arrogante. Ya verá cuando me transforme, entonces voy a despedazarlo pieza por pieza.

—¿Recuerdas cuando dije que me gustaba tu sangre? —Hace una pausa y sigue mirando el órgano de Adara entre sus garras—. Era por razones científicas.

—¿Ahora lo admites? —Gruño—. Ya no me importa.

—De hecho, te interesa bastante. —Salta y llega hasta Triana, hace lo mismo, le rompe el pecho para agarrar su corazón. Ahora tiene dos en las manos, llenas del rojo y espeso líquido—. Huele tan bien —declara con los ojos humedecidos—. Soy patético.

—Te destruiría, pero quiero que bajes eso ahora.

Se carcajea.

—Sabes que no puedes, soy más fuerte y, en este instante, te juro que no me importa tu maldita jerarquía, no te voy a hacer caso.

Gruño.

—¡Te despedazaré!

—Mucho hablar, poca acción —se burla, luego gira su vista despacio hacia mí—. Volvamos al tema de tu sangre, vamos a usarla para ir al infierno, pero si lo haces, supongo que estarías aceptando que es tu comida podrida. Me arriesgué, sabía que no me la darías por Tity, pero por Adara, dime, ¿la usarías?  

Llevo imaginando este capítulo hace MUCHO tiempo, sabía que pasaría y ahora ya lo tengo en frente de mí

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Llevo imaginando este capítulo hace MUCHO tiempo, sabía que pasaría y ahora ya lo tengo en frente de mí. Cielos, es más espeluznante de lo que imaginé, no dormiré en días jajaja

Sufrí y lo disfruté a la vez, espero que ustedes también. 

¡¿Qué vas a hacer, Cainán?! ¡Responde! 

Acá podemos notar como la relación de Elerick y Triana tiene mucho sentido en el libro, pues afecta a la pareja principal. Acá no se deja ningún detalle suelto, hasta el tema de la sangre de Cainán volvió a la trama. ¡Nada de lo que escribo es coincidencia! 

Por cierto, ya publiqué Pureza Engañosa, otra historia que ocurre en el pueblo de Norville. Los demonios siguen apoderándose de mi perfil 💖

Saludos, Vivi.

Tú y yo paranormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora