one shots Rayis

sephiroth/reader

Nota: traducido por mi amigo google traductor
Creditos a su autor <3

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Siempre fue un héroe. Él era el héroe. Todos lo admiraban, especialmente tú. No porque quisieras que él te salvara, más bien querías que te enseñara todo lo que sabía. Ser Segunda Clase en SOLDADO no fue fácil. Especialmente cuando él era tu mentor.

“¿____? Escuchen cuando les hablo”. Gruñó el hombre de cabello plateado frente a ti. “L-Lo siento, Sephiroth…” murmuraste avergonzado, ya que te habías dejado llevar por tus pensamientos una vez más. Pero no pudiste evitarlo. Después de terminar tu entrenamiento con Sephiroth, rápidamente corriste a buscar a Zack, tu mejor amigo que acababa de ser ascendido a Primera.

Escaneando todas las cabezas en la cafetería, rápidamente viste a la ravenette, que parecía haber estado molestando a Angeal como siempre. “_-____, ¡¿puedes echarme una mano aquí?!” Angeal resopló, claramente refiriéndose a Zack. “¡Solo quiero un pudín! ¡Ayer me quedé sin dinero! Por favor…?" Suplicó, dándote lo que parecían ser los ojos de cachorro más dulces que jamás hayas visto.

Cediendo ante el macho parecido a un cachorro frente a ti, suspiraste mientras ponías los ojos en blanco de manera juguetona. "Vamos muchacho." Bromeaste, tratándolo como a un cachorro real ya que a él no parecía importarle mucho, siguiéndote para tomar la taza pequeña de pudín. "Muy bien, ¿tuviste suerte con el Sr. Héroe?" Preguntó Zack de repente, rompiendo el silencio entre ustedes dos. “¿Q-Qué?”

"Oh, vamos, es obvio para todos".

"¡¿Qué es?!"

"¡Que te gusta el general, claro!"

"¡N-No, no lo es!"

"¿Estoy interrumpiendo algo?" Una voz profunda preguntó desde atrás, dicho hombre acercándose a ustedes dos. "¡No no! ¡De nada!" Zack sonrió, empujándote un poco en el costado antes de tomar el pudín y alejarse. Antes de que pudieras hacer lo mismo, Sephiroth te agarró del brazo y rápidamente te acercó a él. "Nos vemos fuera de la sala de entrenamiento cuando hayas terminado aquí". Instruyó, haciéndote asentir en respuesta.

Después de volver a sentarte junto a Zack y Angeal, terminaste tu almuerzo bastante rápido, no queriendo hacer esperar demasiado al hombre de cabello plateado, considerando que ya lo habías estado decepcionando en tus clases.

“¿Querías hablar, Sephiroth…?”

Sólo un gesto de asentimiento. Te indicó que lo siguieras, pronto te inmovilizó contra el suelo y te mantuvo quieta con su rodilla en tu espalda mientras se arrodillaba ligeramente a tu lado. Sus respiraciones pesadas pero tranquilas golpeaban la piel de tu cuello, haciendo que un escalofrío recorriera tu columna, uno que lo hizo sonreír al sentirlo solo levemente.

“Te das cuenta de que me has estado decepcionando en clase…” Preguntó, mirándote a la cara de reojo. No pensaste que serías capaz de hablar, considerando lo cerca que ya estaba de ti, así que simplemente asentiste. "¿Es porque te has enamorado de mí?"

"No."

Tus ojos se abrieron ligeramente ante tu propia respuesta, especialmente por lo rápido que habías sido para responderle.

"Estás mintiendo."

Silencio. Nada podría haber sido más horrible que el silencio que surgió ante tu vacilación a la hora de responderle. "Si estoy en lo cierto, cierta aprendiz mía se ha dejado llevar por sus sueños mientras me mira fijamente durante mis demostraciones en lugar de escuchar..." "

S-Sí, señor..."

Una suave risa escapó de sus labios, provocando otro escalofrío. arrastrarse por su columna vertebral. Colocando una mano en la parte posterior de tu cuello, el hombre de cabello plateado te levantó, todavía detrás de ti mientras mordía suavemente tu hombro, haciéndote soltar un ligero gemido. Parecía bastante satisfecho con la reacción que recibió, retrocediendo una vez que había hecho una pequeña marca que seguramente se destacaría por bastante tiempo.

Nos vemos en mi habitación a las once. De lo contrario, no habrá ningún regalo”.