one shots Rayis

Ornstein x reader

nota: este capituló no es mío o-o solo lo traduje ....por si ven algunos errores 🙄🙄 y créditos a su autor espero y os guste

Bajo la sombra de la luz de la luna, envuelta por la magnífica prominencia de mármol de Anor Londo, en el silencio de la noche, los ansiosos labios se encontraron en un ferviente beso. Dedos curiosos enredados en largos mechones rojos tan gruesos y majestuosos como la melena de un león. Manos poderosas estabilizaron un cuerpo más pequeño contra el frío de la pared de alabastro. Con una exhalación brusca, se apartó de ti y te atravesó con una mirada ardiente y voraz, con los labios ligeramente abiertos, curvados en una sonrisa optimista.

Tal chispa autoritaria brillaba dentro de esos ojos de oro. Su aura goteaba de imposición, exigiendo tu respeto y atención mientras se alzaba sobre ti. Incluso despojado de su casco y armadura recortados en forma de león, su fuerza se parecía claramente a la orgullosa bestia, provocando miedo en los corazones de todos los que se atrevieron a oponerse a él.

Pero, esta presa acorralada no tenía intención de huir.

Trazando sus labios por tu mandíbula, explorando las curvas y líneas de tu cuello, hundió sus dientes en carne tierna, provocando un repentino grito de ti. Él respondió con una risa tortuosa, pero tu mente, confundida por las sensaciones, no logró armar ningún tipo de respuesta coherente. Las manos astutas se deslizaron por debajo de su ropa, calentando su piel gélida, aplicando la fuerza suficiente para mantenerlo inmovilizado.

Después de un fuerte trago, hablaste con voz ronca y tranquila.

"Tu burla es insufrible, querido caballero".

Al unir sus brazos sobre ti, tirando lentamente de tu túnica, besó tus hombros y tu pecho. Una profunda risa resonó en su garganta.

"Puedes detenerme si así lo deseas", murmuró en tu oído, enviando escalofríos por tu columna vertebral.

"Tch", tiraste de su cabello mientras unos labios burlones se deslizaban por tu abdomen. "Más bien presuntuoso de tu parte".

"Mm, Lord Gwyn me nombró Capitán de la Guardia por una razón", haciéndote jadear, deslizó la lengua por las curvas y las inmersiones de las costillas y el esternón. "¿Te recuerdo eso?"

Antes de que tu mente pudiera armar una respuesta inteligente, hundió los dientes en la piel de tu cintura, justo por encima de tus caderas aún vestidas. Para su sorpresa, gritaste pero ya no con placer. Aún más alarmante, te aferraste a ti mismo, encorvado, agarrado fuertemente a su hombro. Con los ojos dorados muy abiertos, te levantó con cuidado y lentamente te condujo al suelo.

"¿Cuál es el problema?" preguntó mientras examinaba su cuerpo en busca de cortes, contusiones o quemaduras. "¿Estás lastimado?"

El aguijón surgió a través de ti como una ola golpeando contra la orilla. Mientras te lamías los labios, sacudías la cabeza y forzabas una sonrisa cansada.

"No te preocupes por mí, Ornstein", le aseguraste. "Prometo que estoy bien".

Su boca se apretó y las cejas se endurecieron. Agarrando sus muñecas, apartó con fuerza sus manos de su cadera y quitó su túnica de las lesiones. Para su consternación, la herida se enterró profundamente en los tejidos. Pequeñas ampollas salpicaron el área dañada, y una película cerosa cubrió el centro. Hizo una mueca e inhaló bruscamente mientras él retiraba cuidadosamente el vendaje que se estaba soltando.

Ornstein hizo una mueca como si una flecha golpeara su corazón. Él entendió estas heridas mejor que nadie.

Una quemadura ... ¿Te cruzaste con ... un dragón, tal vez? No, seguramente no ... Tal noción era imposible ... de nuevo ... ¿Es por eso que regresaste tan tarde en el día? Maldición, qué hubiera pasado si ... si ...