Extra 4: ¡Por fin juntos para siempre!

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El futuro.

"Lo se..."

Galad intentó refutar esa afirmación, pero Sarah lo detuvo.

"Si lo sabes, ¿Por qué intentas entrar a la casa? Dijiste que su futuro depende de ellos dos. No te corresponde interferir."

No importa cuántas brujas nacieran con magia, muy pocas podían ver el futuro. E incluso esas personas no pueden ver fácilmente el futuro, ya que ir en contra de la ley de la naturaleza tenía que tener un precio. Así que el futuro era como una página en blanco sin nada en ella. Nadie sabe qué estará grabado en él.

"Dejémosles resolver sus propios asuntos".

Galad suspiró suavemente ante las palabras de Sarah.

"¿Y si algo sale mal?."

"Bueno, así también es la vida. Y la Luana que conozco no es una niña que se desmoronará si algo sale mal. Incluso si eso sucediera, estamos aquí para ayudarlos, ¿No es suficiente?."

Sarah dijo con una leve sonrisa.

"Creemos en ellos."

"¿Creer en ellos?."

Galad todavía tenía una expresión renuente en su rostro. Sin embargo, ya no refutó las palabras de Sarah. Él también lo sabía. Que lo que iba a hacer estaba mal.

Todo empezó con la muerte de Elanya.

"En realidad, no creo que Elanya fuera tan infeliz como crees".

"¿Fue así?."

"Si es la Elanya que conozco."

"No lo sé, realmente no lo sé".

Sarah dejó escapar un suspiro de alivio.

"No puedes quedarte en un lugar para siempre".

Luana era una niña importante, pero Galad también lo era para Sarah, por lo que quería que él dejara de quedar atrapado en el fantasma de Elanya, que ya no existe.

"Aún es mejor que antes".

Aun así, quería que él lo superara por completo.

"Ahora tú también puedes encontrar tu felicidad".

Sarah tomó la mano de Gallard y susurró suavemente. Se vieron lágrimas caer por las mejillas de Galad, pero Sarah fingió no verlas.

Así, la conmoción por la fuga de Luana de casa terminó y la historia que había sido cortada comenzó a continuar nuevamente.

***

Sacudida.

Todo su cuerpo estaba temblando.

'¡Dios mío, oh Dios mío! ¿Esto realmente está sucediendo? Luana se sentó en la silla y cerró y abrió suavemente los ojos. Quería cerrarlos bien, pero si lo hacía, el maquillaje en el que tanto se habían esforzado las criadas se habría arruinado.

Entonces, los cerró dentro del rango que no arruinará su maquillaje.

Incluso si cerraba los ojos y los abría, lo que veía no cambiaba. Una gran habitación blanca, una silla bellamente decorada y ella misma con un vestido de novia sentada en la silla.

¡Sí, hoy fue la boda de Luana y Legión!

Legion se esforzó mucho en traer de vuelta a Luana. Y con ese esfuerzo, Luana se volvió más estable.

"Sólo más tarde me di cuenta de que lo que me deprimía era la tristeza de la novia."

Una depresión común que experimentan las novias antes del matrimonio en su vida pasada. Luana pensó que ella también lo había experimentado.

Bon Appetit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora