Capítulo 22

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En sus manos he puesto mi cordura.

Siento los melódicos latidos de su corazón, cada vez que se contraen. Es una sensación tan placentera, sentir el calor de su cuerpo por el mío, sentir su suave respiración por mi cuello y es tan increíble la forma en la que encajamos uno con el otro.

Me volteo lentamente para tenerlo de frente y se ve tan tierno con sus párpados cerrados y esas espléndidas pestañas que caen como fundas casi llegando a sus mejillas. No puedo evitar sonreír al observarlo de esta manera. Está tan guapo e inocente. Con mucho cuidado de no despertarlo, me acerco a su rostro, y tengo que contener las ganas desenfrenadas que tengo de besar sus labios. Me acerco un poco más, hasta que nuestras narices se tocan. Siento su respiración continua, me separo unos centímetros y me es inevitable mirar sus labios. Son tan carnosos y los tiene un poco abiertos. 

Miro sus párpados que lentamente se agitan y sus intensos ojos verdes se asoman bajo sus pestañas. No se sorprende de tenerme tan cerca, sino que sonríe con timidez y yo le devuelvo la sonrisa. Veo que él se centra en mis labios y una bola de fuego baja por mi estómago. 

"Santo cielo! Nos besaremos!"

Ambos nos miramos directamente a los ojos y al unísono bajamos la mirada en los labios del otro. Con mucha dulzura coloca una mano en mi mejilla y con ternura ambos empezamos a cerrar los centímetros que nos separas. Nuestros labios están tan cerca que lo mordería si quisiera (y quiero) pero el momento es tan dulce que no me gustaría arruinarlo. Lentamente siento a nuestro labios inferiores rozarse, justo al tiempo en el que se abre la puerta.

-Hey! No puedes hacer eso, bájate de la camilla! -exclama una mujer e inmediatamente me separo de Jaden por el susto.

Él se sobresalta y agita su cuerpo por el susto, hasta que cae al suelo. 

Ahogo un grito y me arrimo al borde de la camilla para poder verlo.

-Estás bien? -le pregunto preocupada.

Él se levanta rápidamente como si dijera "Todo esto era parte de mi plan" y no puedo evitar romper en carcajadas. Él me imita y hasta la enfermera que acabó de entrar ríe.

-Bueno joven, es hora de que se retire -dice la enfermara mirando a Jaden -Necesito hacerle unos controles.

Él asiente y para mi sorpresa planta un tierno beso en mi frente y se va.

-Jóvenes -espeta la enfermera poniendo los ojos en blanco y no puedo evitar sonreír.

Ella se acerca lentamente a mí y empieza a controlar algunas máquinas que están a mi lado.

-Te has sacado la vía de suero? -pregunta con el ceño fruncido.

Oh, oh.

-Sí, me molestaba mucho -contesto y ella vuelve a poner los ojos en blanco, aunque aparenta unos veinte años, se va más inmadura que yo haciendo ese gesto.

-Cómo te llamas? -le pregunto mientras sigue verificando las máquinas.

-Mi nombre es Milagros -sonríe -Y tú señorita enamorada, eres Yos. -frunzo el ceño -Por supuesto que lo sé! Soy tu enfermera -exclama y ríe. Mi limito a reír de vuelta.

Los siguientes minutos nos quedamos en silencio, mientras ella verifica mi pulso, si mis ojos está dilatados o si estoy deshidratada.

-Todo está perfecto! -exclama con entusiasmo -Ya podrás ir a casa.

-En serio? -le pregunto sorprendida.

Ella amplía aún más su sonrisa y debo admitir que es realmente contagiosa.

MI BOSQUEWhere stories live. Discover now