MI BOSQUE

Capítulo 34

Entrégate.

Confío en él, eso era lo mínimo que podía hacer. Es decir, acaba de sacarme de ese horroroso lugar, a pesar de que yo apenas y reconozco su nombre.

Cuando le dije que confiaba en él, no dudó ni un instante en abrazarme y luego me volvió a cargar en sus brazos. Me he quedado dormida mientras él me seguía llevando a un lugar desconocido. 

Siento la fresca brisa y la suave melodía que cantan las hojas a través de las ramas. 

Me he quedado dormida ya hace un largo rato, pero aún sigo sintiendo los pasos de Jaden. 

Me revuelvo en sus brazos y él me presiona con más fuerza contra su pecho. Abro lentamente los ojos y veo a un Jaden realmente miserable y sumamente cansado. Siempre conserva su belleza sin embargo, no su energía.

A pesar de su pésimo estado, al verme despertar en sus brazos esboza una hermosa sonrisa.

-Cómo dormiste? -pregunta.

Su respiración está tan agitada que me preocupa.

-Bien -respondo. Él sigue caminando, y puedo sentir como tiene pequeños espasmos en los brazos. -Caminaré desde aquí. -anuncio.

Él me baja con delicadeza y ahora tengo un mejor ángulo de todo su cuerpo.

Está desaliñado y cubierto de tierra. 

Cómo pasó eso?

-Estás bien? -le pregunto casi muriéndome por saber como se encuentra física y emocionalmente.

Asiente y trata de sonreír nuevamente.

-Tus intentos de sonrisas no funcionan conmigo. -alego.

Él enarca una ceja y ambos reímos.

-Gracias -espeto y clavo mis ojos en los suyos y me pego al costado de su cuerpo rodeándolo por la cintura. Él pasa un brazo por mis hombros y presiona de forma reconfortante.

-Sabes donde vives? -me pregunta de la nada -De dónde eres?

Pego mi mejilla en sus costillas y siento como se abren y cierran tras su respiración.

Se siente tan cálido, y me siento tan protegida como si estuviera en un nido tejido de afecto. Siento que nadie podría hacerme daño mientras esté entre sus brazos, que nadie jamás me encontraría y que nunca más sufriría. Solo quiero estar con él y sentirlo plenamente.

-Entonces...? -pregunta Jaden al cabo de unos minutos esperando mi respuesta.

-Soy de aquí -digo -Pertenezco aquí... Entre tus brazos. -acerco una mano a su pecho- Justo donde puedo escuchar el palpitar constante de tu corazón.

Detiene sus pasos inmediatamente tras escuchar mi respuesta. 

-Qué han hecho con la Yos fría que conocía? -dice bromeando y no puedo evitar poner los ojos en blanco.

Acuna nuevamente mi rostro entre sus manos y me observa con tanta intensidad que con solo mirarlo quema.

Acerca su rostro al mío lentamente. El corazón se me va a salir del pecho.

Me va a besar.

Él solo se concentra en mis labios y me resulta imposible no mirar los suyos.

Son tan carnosos y llenos de vida. Son definidos, casi perfectos, y más aún ahora que los tiene entreabiertos. 

Se vuelve a acercar lentamente. Cada vez más cerca. 

Nuestras narices se tocan y siento burbujas en mi vientre.