MI BOSQUE

Capítulo 37

Arriésgate.

No es fácil tomar decisiones y menos aún teniendo tanto en juego. Pero de eso se trata la vida, de arriesgarnos, a pesar de arruinarlo todo en el intento.

Lo dije, enfrentaré a papá, pero hay una diferencia tan grande en decir algo y en efectuarlo. Fue muy fácil decirlo, pero al pasar los segundos, no me resulta tan buena idea. Lo sé, soy una cobarde. 

Una vez que le conté todo el plan a Jaden; quien por cierto, estuvo de acuerdo; decidimos descansar un momento. Hoy será un largo día.

-Crees que funcionará? -le pregunto preocupada.

Él está observando las nubes, o por lo menos lo intenta, ya que se han escondido tras las hojas de los árboles.

-Sí... esperemos que sí.

Su respuesta solo logra ponerme mucho más nerviosa. 

Y si me vuelven a encerrar? Y si lo vuelvo a olvidar todo? Y si pierdo definitivamente a Jaden?

En este instante, no sé si estoy pensando cuerdamente, pero juro que si me vuelven a llevar en aquel lugar, me suicidaré. No lo soportaría. 

-No lo pienses tanto -espeta Jaden -Yo estaré allí apoyándote. No estarás sola, ya no. -me regala una sonrisa reconfortante.

Le devuelvo la sonrisa mientras asiento, tratando de convencerme a mí misma.

Nos pasamos un tiempo en silencio, admirando la verdadera obra de artes que tenemos frente a nuestros ojos. Él tiene los ojos cerrados, creo que se ha quedado dormido. Pues está en su derecho, no ha descansado mucho.

Seguimos así un tiempo, pero el clima me está volviendo loca. Amo el clima fresco, pero solo cuando tengo con que abrigarme. Ahora solo tengo una bata de hospital y una chaqueta que Jaden me había prestado.

Me acerco a su cuerpo inmóvil. Está respirando?

Me preocupo inmediatamente y acerco mi rostro al suyo. Casi me subo a encima de él, aunque intento no tocarlo.

Nuestros rostros están bastante cerca. Sus labios están entreabiertos y sus ojos siguen cerrados. Estoy tan cerca que empiezo a sentir su respiración. 

Que alivio...

De todos modos... qué respire no siempre significa que está bien, verdad? Es que no se mueve y en serio me estoy preocupando.

-Jaden... -susurro casi pegando nuestros labios para poder sentir su respiración.

No hay respuesta.

-Jaden, por favor... -vuelvo a repetir.

Hay un corto silencio antes de que él responda.

-Sigo esperando que me beses... -espeta y abre uno de sus ojos. Estira los labios como pidiéndome un beso.

-Jaden! -lo regaño y lo golpeo en el hombro. Me hes imposible no reír ante su comportamiento tan inmaduro.

Él también ríe mientras se sienta.

-Que sucede? -me pregunta, aún tratando de contener su risa.

Es extremadamente hermoso.

Sus ojos se clavan en los míos y siento como las mejillas me arden.

-Yo... Eh... -estoy realmente nerviosa, y no sé porqué. -Tengo frío. Solo eso... -digo agachando la mirada.

-Eres tan bonita cuando te ruborizas -comenta y ahora sí... soy un tomate andante.