- Inés, necesito que elijas - dije acercándome a ella - Por cierto, huele muy bien.
- Gracias, amor - dijo sonriendo - ¿Qué necesitas?
- ¿Vestido o pantalón? - dije mostrando ambas cosas.
Ella arqueó una ceja para después reír.
- ¿Estás segura de que quieres que te aconseje yo? - preguntó encendiendo el horno.
- Eres la única que puede ayudarme - dije encogiéndome de hombros.
- ¿Y Katy?
- No hay tanta confianza - contesté negando.
- ¿Cristina? - preguntó mientras me miraba. Yo la miré con cara de: ¿estás de broma o qué?
Ambas reímos.
- ¿A dónde vas, querida? - preguntó volviendo a su trabajo.
- A una discoteca - hice una pausa - Es de las buenas - me apresuré a decir.
- En ese caso el vestido - dijo asintiendo - Elegante y cómoda - asentí.
- ¡Gracias! - dije y subí a mi cuarto.
Dejé la ropa encima de la cama. Entonces alguien pico a la puerta.
- ¿Quién es?
- La mejor entre las mejores.
- ¿Qué quieres, Cristina? - pregunté acercándome a la puerta y abriéndola.
- Que te quites de mi vista - dijo sonriendo falsamente.
- ¿Y si quieres eso para que vienes a molestarme? - dije con demasiada obviedad.
- Necesito un favor - dijo ahora con cara de ángel.
- ¿Y tu crees que te voy a ayudar? - solté una risa seca.
- No - dijo - Pero igual cambias de opción.
- Te escucho - me crucé de brazos mientras me apoyaba en el umbral de la puerta.
- Tienes que hacerte pasar por la novia de Marcos - dijo seria.
- ¡¿Qué?! Ni de broma - dije negando.
Con el asco que me da y tengo que pasarme por su novia. Ni en sus sueños.
- Venga. Es un tema serio. Se trata de dinero.
- ¿Cómo de dinero? - pregunté muy confusa.
Puede que Cristina sea una perra y todo lo demás, pero no me imagino que esté en problemas de este tipo.
- Ahora no te puedo explicar. Pero por favor, tienes que ayudarme - dijo ya casi suplicando.
- ¿Por que no lo puede hacer alguna amiga tuya? - pregunté.
- No se pueden enterar. Si no se enteran hasta en China - dijo rodando los ojos - Pero se que tu no dirás nada.
- Me lo pensaré - dije soltando un suspiro.
- Gracias - dijo abrazándome. Enseguida me soltó - Quiero decir, avísame - se aclaró la garganta y se fue escaleras abajo.
Esta tía es mas rara que el rey de los raros.
¿Qué que voy a hacer? Ni idea. ¿Cómo me voy a hacer pasar por la novia de ese memo? No, gracias. Prefiero casarme con un asno.
YOU ARE READING
Invisible
Teen FictionSara Blake. Una chica de 17 años con un pasado difícil y lleno de preguntas sin respuestas. Su vida dejó de ser la misma cuando su madre, Samantha, falleció en un accidente de coche. Ya han pasado once años desde su muerte y han conseguido superar...