*Capítulo Dos: "Hielo y escarcha"

23 1 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


~Zhou Mi~

Era fantástico e increíble. Ni siquiera podía creer que vivía en la realidad de un mundo tan maravilloso que brillaba en medio del frío ártico. Al fin ella era mía y nada más importaba.

Me encontraba más feliz que nunca por todo lo sucedido en tan pocas horas trascurridas tras mi ceremonia de bodas, realizada en un pequeño salón. Una sensación inenarrable era la encargada de cautivar mi alma a cada segundo. La felicidad empañaba mi vista y una sonrisa tonta se apoderaba de mi rostro al recordar que mi amada había dormido entre mis brazos.

Antes de entregarme por completo a ChunChun, nunca conseguí sentir tanta dicha al lado de otras mujeres, que tal vez podían tener un mejor desempeñó a la hora de amar; sin embargo, con ella todo poseía un matiz diferente al ser visualizado de distintos ángulos. Hiraku era la única que compartía lo dificultoso de cultivar un verdadero amor. Un amor que me encargaría de hacer durar por el resto de la eternidad. Un amor que me mantenía cuerdo.

Mi mayor sueño se realizó. Mi deseo de casarme con la persona que más amaba en la tierra, consiguió hacerse realidad luego de varios años de espera inconducente. Aunque no podía negar una verdad que ahora era clara y palpable: las cosas que cuestan trabajo conseguir, siempre se disfrutan a mayor plenitud a la hora de tomarlos. Fue duro tener que sortear las pruebas que me puso antes de dejarme ingresar al elíseo de su corazón de piedra. Mi disparatada esposa no era una mujer normal, en el significado estereotipado de la palabra. Sus continuos desplantes hacia mis formas de afecto y los golpes llenos de temor que descargaba contra una víctima, habrían hecho correr a cualquier persona con dos dedos de frente, situación que por el contrario, me reafirmó lo mucho que adoraba a esa hermosa pelirrubia. Besarla o tocarla de manera indebida ocasionaba que me golpeara. Para mí, cada cachetada o patada, eran la analogía de unas dulces declaraciones de amor, desde luego, eso solo fue el inicio de un martirio que más adelante me convertiría en el hombre más dichoso del universo.

Podría decirse que Hiraku no era del tipo fácil y solo me basto conocerla unos meses para saber que era la mujer de mi vida, nadie se asemejaría a ella y aunque buscara hasta debajo de las piedras nunca encontraría alguien mejor.

Sus ojos azules fríos y distantes clavaron una flecha en mi interior que sería difícil de sacar. Fue costoso acercarme y romper la burbuja de hierro que la rodeaba, ayudarla a reconstruir una sonrisa en el rostro, fue mucho más complicado que ganar su confianza, la dificultad que me conllevó causar su satisfacción, no se comparaba a ninguna misión desempeñada en los países conflictivos a los que habitualmente viajaba. Ella sí que era una bomba expansiva, dispuesta a matar cualquier señal de cariño que le brindara un desconocido.

Cuando; luego de cuatro años de constantes demostraciones de amor, muchas declaraciones infructuosas y besos robados que terminaron en masacres por parte de sus dos amigos; conseguí empezar una relación con ella.

[+18] Y por esa razón terminamos [Finalizada]Where stories live. Discover now