[+18] Y por esa razón terminamos [Finalizada]

*Capítulo Cinco: "Pasado"

Para mí resultaba imposible olvidar nuestra espectacular luna de miel, un hermoso viaje que terminó luego de dos semanas llenas de amor y pasión desenfrenada. Los hermosos momentos que forjamos entre risas y lágrimas de felicidad, serían irreemplazables. Aunque ninguno quería regresar a la realidad, ambos éramos conscientes de que teníamos obligaciones importantes que cumplir y estando en una isla paradisiaca, concentrándonos el uno en el otro, sería dificultoso prestarle atención a todo lo demás.

Lo mejor fue que los malos ratos causados por un personaje irrelevante y que debería haber muerto de la peor forma, fueron olvidados en un santiamén y no existía más que dicha entre nosotros. Mimi estuvo tranquilo durante varios días, disfrutando del amor que me dedicaba a mostrarle, hasta que la grandiosa idea de buscarlo se volvió a presentar en sus pensamientos. Él anhelaba tenerlo frente a frente para darle su merecido; gracias a las divinidades, él no logró encontrarlo por ningún lado, hecho que agradecí. Lo que menos quería eran pleitos entre Mimi y el bárbaro, criminal y desgraciado de Kyuhyun, peor aún, si su hijo y esposa estaban presentes.

Él me causó mucho daño y le deseaba lo peor para su vida; sin embargo, no planeaba que Zhou Mi se desgraciara la existencia con un seudo hombre que no valía la pena.

Acomodada en el pecho de Mimi, veíamos como el taxi se acercaba a nuestro nuevo hogar. Él estaba nervioso. No por el inició de la convivencia, al contrario, él era el más emocionado por esa nueva etapa en nuestra relación. Mimi no dejaba de temblar y es que odiaba tanto los vehículos de cuatro ruedas, que era incapaz de aguantar más de diez minutos dentro de un auto. Mis manos acariciaron su torso de arriba abajo con tal de calmarlo. Poco a poco, percibí como se relajaba gracias a mi tacto, hasta que su cuerpo estuvo calmado. Un tanto cansada por el viaje, cerré los ojos e imaginé mi futura vida junto a él. Viviríamos en una enorme casa que compró a las afueras de París antes de casarnos. A pesar de que le ofrecí pagar la mitad de lo que valía la propiedad, Mimi se negó a recibir mi dinero, aludiendo que su "deber" como hombre era hacerse cargo de construir nuestro nidito de amor. Discutimos sobre el tema muchas veces, y, al final accedí a su petición.

Cambiarnos de casa sería un dilema y para que la principal afectada se fuera acostumbrando a una nueva zona, ocupamos la vivienda con varios meses de anticipación.

Y contrariando la idea errónea que teníamos, la mudanza fue más que sencilla y al parecer a Yūme le gustaba más la nueva casa. Además, en ese escaso tiempo ya había conseguido un mejor amigo llamado HeeChul. Como era obvio, Leeteuk y KangIn tenían habitaciones reservadas en la casa para su estadía, ya que dejarme sola por varias semanas le desagradaba a Mimi; desde luego prefería convivir con mis dos amigos, que para bien o mal, lo aceptaron en nuestra inusual familia.

Dentro de poco empezaría a vivir con Zhou Mi y dormiría junto a él casi todos los días de mi vida, por fin seriamos una pareja completa.

Nunca lo dije por temor: yo me sentía nerviosa.