*Capítulo Trece: "La llamada"

2 1 0
                                    

Él, mi único amor verdadero, había partido de nuestro hogar llevándose consigo una parte indispensable de mi corazón, ahora roto por pedazos, un espacio que solo le pertenecía al hombre que logró hacerme comprender que alguien tan herida como yo, ...

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Él, mi único amor verdadero, había partido de nuestro hogar llevándose consigo una parte indispensable de mi corazón, ahora roto por pedazos, un espacio que solo le pertenecía al hombre que logró hacerme comprender que alguien tan herida como yo, podía amar y entregarse sin importar quedar completamente vacía. Un sitio cálido era suyo, un sitio que curiosamente abarcaba casi toda mi alma. Zhou Mi era mi reflejo ya que solo podía mirarlo.

Él se marchó con la promesa de nunca volver y al parecer cumpliría la palabra de jamás tocarme, pero ¿Cómo llegaría a vivir sin sus caricias al despertar? Acaso sería capaz de continuar recordando que él ya no me amaba. Todo terminaba y no existía manera de regresar al tiempo para percatarme cuál había sido mi error.

Aun asimilando lo sucedido, recordé que todavía no sabía la verdad de su regalo de cumpleaños.

No podía vivir sin él; necesitaba su presencia para sonreír; él era mi sonrisa. Mi espíritu se rompía en partículas que jamás se unirían; no sin el pegamento que alguna vez me cantó al oído: el inmenso amor que estaba destinado para mí; alguien que con una sencilla expresión me derretía.

Un nudo en mi garganta se formó al verme sola en la habitación. No, no estaba sola y eso resultaba ser peor que cualquier otra desgracia. Con sutileza bajé la mano y la escurrí en el bolsillo de mi chaqueta, temblorosa y regresando a mi memoria las crueles palabras de Zhou Mi; saqué el papel que supuestamente traería felicidad a nuestro perfecto matrimonio. Subí la carta blanca hacia mis ojos y derramando lágrimas, rompí el sobre para poder extraer los resultados de un examen que me había hecho tres semanas atrás.

Luego del diagnóstico que me dio el primer médico que visité estuve bastante rehabilitada, realmente las pastillas me habían estado haciendo demasiado daño. Ya no existían dolores de cabeza, ni náuseas al levantarme y poco a poco los malestares que sentía desaparecieron.

Me encontraba más tranquila y feliz que nunca, pero una mañana todo aquello regresó con mucha fuerza. No solo me pulsaba la cabeza, los mareos me hacían trastabillar continuamente; Mary estaba muy preocupada por mí; decía que tal vez el ladrón me había golpeado un lugar delicado y la duda empezó a carcomer mi cordura. El moretón exterior era lo de menos, tener algo dañado en el interior si se hubiera hecho problemático.

Me hicieron todo tipo de exámenes; el hospital se volvió mi segunda casa por dos semanas; lo único bueno era que ni Zhou Mi y mis dos amigos no sabían; lo que menos quería era preocuparlos; Yūme si lo sabía, pero le interesaba muy poco mis "achaques de vieja"; por ese lado me sentía tranquila; no me proponía asustar a esa niña.

Prueba tras prueba el resultado era el mismo: negativo; incluso llegaron hacerme placas en la cabeza para descubrir si tenía alguna fractura; hemogramas completos; descarte de todo tipo de males y enfermedades graves, pero en todos los exámenes salió negativo. Mary, que me acompañó en todo momento, estaba alarmada, inclusive más que yo.

[+18] Y por esa razón terminamos [Finalizada]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon