*Capítulo Final: "Todo está bien"

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Visualizar el prolongado recorrido que duró tres horas en las que, con sigilo, inspeccioné cada uno de los detalles presentes frente a mis ojos, no menguó la ligera pesadumbre que me acechaba desde la salida de París

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Visualizar el prolongado recorrido que duró tres horas en las que, con sigilo, inspeccioné cada uno de los detalles presentes frente a mis ojos, no menguó la ligera pesadumbre que me acechaba desde la salida de París. La ininterrumpida avalancha destructiva en mi interior, siguió un curso afluente que causaría muchos estragos si no le ponía un freno de inmediato. Era un verdadero desastre, persistente en recorrer los áridos sectores de mi piel y quemar mis venas secas de tranquilidad.

No importó la cantidad de temas que abarcara mi mente con la intención de parar el malestar; ninguno de los métodos empleados funcionó. Recurrí a la concentración sobre actividades provechosas para restarle importancia a la tristeza creciente; sin embargo, la urgencia de correr a París se presentaba cada cinco minutos; aunque resultó casi imposible, logré quitarme ese estúpido pensamiento de la cabeza. Nada malo pasaría.

Mi arribo al edificio se tornó como horas gloriosas y prometedoras para un presente neblinoso. Pronto mis pesares pasaron a un segundo plano, ya que en una pausada respiración me hallé ensimismada con la hermosura del lugar. Era un sueño asistir al congreso de ciencia que hasta ese día pospuse por motivos familiares y personales. La planificación de mi vida a futuro difería del panorama, siempre creí en la libertad, pero mis responsabilidades como madre me impedían salir a recorrer ciudad tras ciudad. Mi sueño terminó truncándose y mis ilusiones se hicieron añicos diminutos que me recalcaron una y otra vez la magnitud de mis errores, por ende, me vi en la obligación de conseguir un trabajo en un lugar donde estuviera perenne. Ahora que Yuu era una chica grande, intentaría realizar algunas de las metas que había trazado en el antaño, ya no tenía ningún obstáculo enorme obstruyendo mi camino.

Un nuevo sentimiento se abrió paso hasta la última punta de mis cabellos al respirar el aire fresco de aquella ciudad, que sólo en sueños imaginé me brindaba. Mi ser entero parecía flotar entre las nubes. Durante algunos minutos mis ojos indagaron el lobby del hotel donde se realizarían los eventos con avidez, hasta que una mano cálida se apoyó sobre mi hombro derecho, sacándome de mis pensamientos.

—Buenos días —saludó con palpable alegría. Él realizó una educada reverencia en cuanto giré sobre mis talones para averiguar de mala gana que individuo irrespetuoso había osado a tocarme—. Siento mucho incomodarla —su buen semblante se disipó y adoptando una postura indefensa se disculpó al percatarse lo molesto que me resultó su inesperado toque. Había superado mi temor a las personas del sexo opuesto, pero seguía fastidiándome la repentina confianza de ciertos sujetos—. Venía a presentarme —me informó levantando las manos en señal de disculpa. Su gesto de cachorro bajo la lluvia me causó una gracia repentina, que transforma la inflexibilidad defensiva colmante en mi rostro—. Soy Lee SeungHyun —dijo en cuanto vio tranquilidad disolviéndose en mis pupilas—, pero puede llamarme Seungri —sonrió mostrando unos dientes impecables.

—¿Lee SeungHyun? —pregunté con incredulidad al estudiar sus características físicas. Él asintió. Lo conocía. Lo había visto aparecer en varias revistas científicas—. Es un gusto enorme —mi entusiasmo colmo la tonalidad lúgubre de mi voz. Él era muy reconocido en la comunidad científica y el hecho de que se acercara a presentarse me llenaba de un orgullo que agitaba mi corazón. Me encontraba tan emocionada, que olvidé presentarme y cuando lo recordé me sentí patética—. Lo siento mucho —dije agachando la mirada al suelo—. Yo soy...

[+18] Y por esa razón terminamos [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora