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Bella

Tercera semana. 21 días y contando

—¿Café, señor? — Margarita preguntó. Mi padre asiento dejando que la mujer sirviera el café en su taza. Mamá el día de hoy parecía más feliz que otros días, irradiaba alegría por todos los poros de su cuerpo—¿Quieres café , mi niña?—Negué sonriendo. No me gustaba el café. Margarita dirigió su mirada a Dalton quien desayunaba tranquilamente a un lado mío. Su mano estaba en mi muslo y cada minuto  la rozaba traviesamente por mis bragas—¿Usted , señor Rinaldi?— Margarita se sonrojó cuando Dalton la miro con su mirada verdosa, intimidaba mi hombre.

—Por favor — La mujer se terminó de derretir al escuchar su voz.

—Buenos días, Andrew— Papá habló sarcásticamente, observando a un recién levantado rubio. Mi hermano tomó asiento en el comedor bostezando, pasó sus dedos por su cabello dorado peinándolo hacia atrás. Amaba el color de mamá y el de Andrew, también Alice  había corrido con la suerte de heredarlo.

—Buenos días para ustedes también— Habló soñoliento— Te ves hermosa madre— Mamá sonrió— Tu también pitufina—Gire los ojos fastidiaba por el apodo, pero aún así me gustaba que me llamara así, total, era la verdad.

Me sobresalte cuando Dalton con uno de sus dedos hizo aún lado mis bragas y jugó con mi clítoris. Un movimiento torpe de mi parte hizo que sacudiera mi plato. Papá me miro con su famoso ceño fruncido.

—Lo siento — Me disculpe.

—Aquí tienes, Andrew— Escuche a Margarita, le dejo su desayuno a mi hermano y se marcho de vuelta a la cocina.

—Ayer entre a tu habitación y encontré unos condones usados en el suelo— Mamá comentó con una ceja alzada. El rubio se carcajeó y comenzó a desayunar, importándole poco el comentario de mamá.

—Olvide tirarlos— Dijo— Lo siento, madre.

Tome el pan tostado dándole una mordida. Me atraganté cuando Dalton metió un dedo en mi interior y empezó a bombear y con su dedo pulgar a masajear a mi ya bolita hinchada. Trate de detenerlo por que no quería que mis padres ni Andrew se dieran cuenta.

—¿Como te has sentido, bella?— Me trague el gemido de placer y observe a papá para contestar a su pregunta— ¿La fórmula te funcionó? —Asentí, ni si quiera pude pronunciar palabra. Ya no me excitaba cada cinco minutos como antes,gracias a Acantha y a él.

El pelirrojo seguía torturándome con sus fabulosos dedos. Lo mire de reojo y comía su desayuno como si nada estuviera pasando.

—¿Todo bien, niña? — Susurro las palabras para que solo yo las escuchara. Había burla en su susurro. Sus movimientos en mi coño tomaron más rapidez y brutalizad hasta llevarme a un orgasmo que me dejó desorientada. Sentía como mi coño se contraía al rededor de sus dedos y daban los últimos espasmos. Tuve que morderme fuertemente el labio para no gemir como una loca enfrente de los presentes.

—Su padre y yo queremos decirles algo— El comentario de mamá me jalo de vuelta de la  nube  de lujuria en la que me encontraba. Mis padres se tomaron de la mano por encima de la mesa y sé sonrieron con amor. Dios, eran una pareja perfecta.

—No nos digas que estás embarazada— Andrew habló riéndose. La cara de incredulidad de mamá me hizo reír.

—¿Que?, no — Suspiró— Después de meses de haberlo hablado, Steven y yo decidimos— Hizo una pausa que me mato de suspenso—¡Nos volveremos a casar! — Me levante feliz a felicitarlos, dándoles un abrazo y llenándoles el rostro de besos a los dos—¿Me ayudarás a organizar todo verdad?

Bella +18  (4 )Onde as histórias ganham vida. Descobre agora