Bella +18 (4 )

capitulo 17

Bella

Mire a mi alrededor para verificar que nadie estuviera observándome con la muy conocida mirada; morbosidad. Ya estando segura que nadie me vería, y con eso me refería a los hombres de papá, desate el nudo de mi bata de baño dejándola caer al suelo.

Suspire de felicidad cuando el aire y el sol acariciaron mi piel. Me arroje a la piscina, sumergí mi cabeza por unos segundos divirtiéndome. Nunca hacía esto, por la razón de que mi padre no me dejaba venir a esta zona de la residencia, para él, que entrara a la piscina era un pase directo a mi muerte, por mi asma. Pero él no estaba ahora, así que... me divertiré un poco.

—Buenas, señorita— El saludo de un hombre joven me hizo tensar y asustarme, gire a verlo.Era nuevo, nunca lo había visto por estos rumbos, a menos que papá lo haya cambiado de zona.

—Buenas tardes— Le devolví el saludo por educación. Me sumergí un poco para que el agua tapara mis pechos, el traje de baño que había escogido, no me cubría mucho que digamos y él lo noto. Sus mejilla pálidas se sonrojaron con violencia y miro a otro lado.

El hombre era castaño con piel pálida.

Detrás de él, venía Dalton con una aura negra que me hizo tener un temblor de miedo. Trague saliva, mi pelirrojo caminaba hacia nosotros con cara de poco a amigos.

—¿Puedo ayudarla en algo que necesite, señorita? — Negué sonriendo con nervios queriendo que ya se marchara—¿Esta segura?.

—Ella está segura, puedes marcharte— Dijo Dalton cuando finalmente llegó a nosotros. El hombre murmuró un «con permiso» y se marchó huyendo de la situación. Se quitó el polo negro y mi boca se hizo agua al ver su piel bronceada, siguió con su pantalón negro, hasta quedar en bóxer y unirse a mi en el agua.—¿Por que estás sola?— Nado hacia a mi y enrollo su brazo al rededor de mi cintura, su agarre era fuerte, controlador.

—No veo el problema el que esté sola— Le sonreí, deje un beso corto en sus labios. Su seriedad me ponía la piel chinita, se le veía enojado. Pase mi mano por su tatuaje admirándolo,este hombre era jodidamente masculino, en todo el sentido de la palabra— Te amo — Le susurre, empece a dejar besos en sus pectorales para que se relajara.

—Yo también, niña — Solté un pequeño grito de sorpresa cuando me cargó y me obligó a que enredara mis piernas en él. Me frote contra su polla. Agradecía al cielo que mi regla haya acabado ayer. Por debajo del agua, logré bajarle un poco el bóxer y liberar su miembro. Dalton desató los hilos de mi traje de dos piezas liberando mis pechos y dejando libre mi vagina. Sentí la cabeza de su polla hinchada en mi entrada, fue entrando en mi con lentitud. Las punzadas de dolor se hicieron presentes  quitándome el aire.

—Dame unos segundos, por favor—Dije temblando entre sus brazos. Aún no me podía acostumbrar a su tamaño y creo que nunca lo haría. El día que entro en mi, en el orificio anal, dure una semana tumbada en la cama sin salir de ella. Dalton asintió respirando pesadamente.

—Solo por esta vez— Movió su mano sobre mi clítoris, las chispas en mi vientre aparecieron haciéndome gemir. Empezó a moverse con lentitud, enterró sus dedos en mis glúteos y comenzó a bombear dentro de mi—Me perteneces, niña.

—Si—Gimoteé. Los minutos pasaban, mi vientre se tensó así como también mi coño, le arañé la espalda cuando el placer me cegó, mire sobre el hombro de Dalton al mismo joven de hace rato, estaba escondido observándonos con la boca abierta y los ojos casi sin poder creer lo que veía, se fue corriendo cuando vio que lo vi.

Apreté mis labios en una línea cuando mi orgasmo llegó dejándome bastante satisfecha. Dalton también había obtenido su orgasmo soltando gruñidos roncos que me calentaban más que el sol.