24

747 52 6
                                    

Como va ser pecado, si tocamos juntos el cielo.
~David Sant

Bella

Abrí la boca tratando de agarrar aire, chille de placer cuando se enterró en mi sin compasión jalando mi cabello hacia atrás y murmurando obscenidades.

Tres semanas con la misma rutina. Cameron venía a follarme sin descanso. La droga había dejado sus secuelas en mi, cada  tres horas deseaba, necesitaba e imploraba por una polla, su polla.

Gimoteé cuando mi coño se contrajo a su alrededor. Mi orgasmo estaba tan cerca, pero él salió y se colocó a la altura de mi intimidad. Elevó mis piernas separándolas y colocándolas sobre sus hombros, se inclinó y empezó a lamer mi zona.

Mi espalda se curveo y mis manos fueron a parar a su cabello azabache sujetándolo con desespero, tratando de que no se alejara y siguiera  lamiendo como lo estaba haciendo.

—¡Aahh! — Quite mis manos de su cabello y sujete con fuerza las sábanas jadeando. Mis piernas por impulso se quisieron juntar, pero Cameron lo impidió dejando caer su pesada mano sobre mi piel, azotandola.

—No las cierres— Demando. Siguió lamiendo desde mi clítoris hasta mi raja. Arriba, abajo. Sin detenerse. Metió dos dedos y empezó a bombear con rapidez. Succionó mi hinchada bolita y eso fue lo que detonó mi orgasmo. Me aleje un poco tratando de tranquilizarme,pero su mano en mi cadera me detuvo—Es mi turno

Me colocó de alado y alzó solamente una de mis piernas, dejándola en su pecho y hombro. Y entró en mi ansioso, sus manos se incrustaron en mi pierna con fuerza, comenzó a acelerar sacándome jadeos. Arañe las sábanas cuando volví a sentir esa sensación de calor en mi vientre y sus estocadas profundas que te dejaban implorando por aire, me dejaban atontada.

La posición cambió. Esta vez mis senos quedaron aplastados contra el colchón y mis caderas fueron alzadas y él arremetió contra mi.

— Más— Dije. Su agarre se volvió bestial y sus embestidas por igual— ¡Más rápido!— enterré mi rostro en la almohada mordiéndola para callar. Tuve que soltarla cuando me jalo de mi cabello.

— Gime como la gata que eres— Lo mire de reojo jadeando, conectamos al instante  nuestras miradas. Lo vi apretar la mandíbula e inclinarse sobre mi para besarme.  Sus besos no eran delicados. Eran bruscos, dolorosos y sabían a muerte.

Lo moje con mis fluidos. Me sonroje por ello y oculté mi rostro nuevamente en la almohada, lo escuche reírse para después sentir su mano estrellarse contra uno de mis glúteos. Salió de mi, sus fluidos escurrían por mis piernas temblorosas y bajaban hasta caer en la sábanas.

—¿Cuando podré salir?— Le pregunte tratando de taparme con una de las sábanas, cosa que no logré cuando él la jalo arrojándola al suelo. Me quería desnuda, el tiempo que llevaba aquí no me había dado nada para poder vestirme. Solo me llevaba a otra habitación para que pudiera ducharme, solamente eso— Quiero cubrirme, Cameron. No soy exhibicionista.

— Lastima— Soltó otra risa llena de humor. Él se empezó a vestir. Se iba a marchar y yo me quedaría aquí sin hacer nada, aburrida— Saldrás cuando aprendas a comportarte.

— Me comportare, lo prometo— Oculté mis pechos con mis manos, algo que no era muy recomendable, ya que al hacerlo los presionaba y los hacía ver más voluptuosos de lo que ya eran. Una cosa que descubrí era que, a Cameron le fascinaban mis senos.

— No— Fue lo único que dijo para después marcharse dejándome de nuevo sola. Me recosté mirando el techo por minutos.

¿Me estarán buscando?. Esperaba que si.

Bella +18  (4 )Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu