Bella +18 (4 )

Especial ~ Andrew

Meses atrás

—¿Papito si te dejó venir?— El tono burlesco de Oscar me calento las pelotas pero también me divirtió. Lo atraje hacia a mi para sobarle la calva que tenía. El muy idiota se había rapado, ahora era la burla de mis amigos.

—Tú que crees pedazo de idiota— Me reí. Steven no me había dado permiso de venir, de hecho me lo prohibió pero como yo no soy uno de sus títeres, sus órdenes me las paso por donde defecó todas las mañanas.

Oscar , era uno de mis amigos, él tenía pocas neuronas y solo pensaba con la pequeña polla que tenía. Se la pasaba haciendo fiestas que ponían de cabeza la residencia de sus padres. La música sonaba en su máxima potencia haciendo temblar los ventanales de su casa.

—Vamos rubia, solo faltabas tú — Le di un golpe brusco en su brazo. Me zurraba que me llamara de esa manera—¿El príncipe de la mafia trajo a sus bufones? — Asentí con fastidio, les hice una seña para que los cinco hombres que me cuidaban el culo, se acercarán con las bolsas de bebidas«Alcohol»  y droga—¡Heah! por eso siempre serás mi invitado favorito— Su mano cayó sobre mi espalda dando palmadas de felicidad—¿Heroina? — pregunto fascinado observando las bolsas.

—De la mejor, cabrón— Conteste.

Mi bolsillo vibro. Era mi nana, Santiago en pocas palabras. Saque el teléfono y sin ver el nombre conteste.

—¿Que? — De reojo vi a Oscar sacar un paquete de droga.

— Tu padre te quiere en casa, ordenó que regresaras la droga que te llevaste— La voz de cansancio de mi pobre cuñado me daba pereza, se escuchaba cansado, cansado de siempre cuidarme el trasero de las pendejadas que según mi padre, yo hacía.

—¿Droga? ¿Que droga? —Me trague la risa que quería soltar.

—Los veinte paquetes de coca, marihuana y heroina que te llevaste. Regrésalo todo y si falta tan solo un grano se lo diré a tu padre.

—No me esperen despiertos, llegaré tarde— Colgué ya harto de sus órdenes. Odiaba que todo se moviera por órdenes de mi padre, si él quería que mil putas se abrieran de piernas para él soló, solo bastaba con un chasquido de dedos para que sucediera. Quería el poder , pero presentía que yo no iba a estar en la cabeza de la mafia.

—¿Papi quiere que regreses a tu cuna? — Oscar formó un puchero de burla, mi garganta emitió un gruñido de enojo, él salió corriendo cuando yo copié su acción—¡Ya, lo siento! — Nos detuvimos enfrente de la puerta, el ruido había incrementado, la música de igual manera. Entramos y lo primero que percibí fueron a la gran cantidad de personas que habían.—¡Heah, llegó el príncipe, señores! — Oscar gritó a todo pulmón elevando las bolsas de droga al aire–¡Y nos trajo de la mejor, cortesía de su padre! — Me reí. Si por mi padre fuera, les hubiera regalado un balazo en cada ceja.

Se acercaron a saludarme, las mujeres se me pegaron mostrándome y restregándome sus pechos. Amaba este mundo. Droga, mujeres, dinero. ¿Quien no sería feliz con eso? solo un pendejo.

—En pocos minutos una voz de ángel te hará ver el cielo celestial — Oscar gritó sobre la música— Te va a gustar, también la canción —. Se carcajeó. Una chica con aires de niñita se acercó con una bandeja y me dejó un vaso rojo con alcohol. Lo tome sin problema, aquí no había desconfianza por el "Que le habrán  echado " aquí lo tomabas como si estuvieras en casa.

La música fue bajando de volumen hasta quedar en silencio. La luz se apagó y solo quedaron luces que iluminaban poco y eran color morado. En el fondo, en la sala de estar, habían acomodado para usar el área de modo como un escenario. Había un bastón con un micrófono, una batería, bajo y dos guitarras.