capitulo 20

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Bella

La pregunta que hice no obtuvo respuesta, su silencio me hizo pensar lo peor. Odiaba admitir que necesitaba a papá conmigo, me sentía segura a su lado, papá nunca me lastimaría y comenzaba a creer que tal vez Dalton si, me lastimaría encerrándome para que nadie estuviera cerca de mi y yo realmente no quería vivir así, eso no era vida. Lo amaba, pero si mi matrimonio sería así, prefiero distanciarme y darnos tiempo.

Espere a que durmiera y me levante de la cama tratando de no hacer ruido. Me enrolle la sábana en mi cuerpo y salí de la habitación. Baje las escaleras
y cuando estuve al final de estas, observe que ninguna de las mujeres estuviera por estos rumbos, las chicas dormían al final del pasillo lejos de la cocina así que esperaba que no vinieran.

Tome el teléfono de la cocina y traté de recordar el número de papá, pero mi cabeza no se prestaba ante esta situación.

—¿Comenzaba en cuarenta y cuatro?— Susurre tensa. Su loción impregnó la cocina, sus brazos se enrollaron en mi cintura y me abrazo riéndose, casi burlándose.

—Ese teléfono está fuera de línea— Me acorraló contra la barra de mármol y respiró con dificultad cerca de mi oído—¿A quien querías llamar, he? — Me quitó la sábana dejándome desnuda, apretó mis pechos y pasó su lengua por mi nuca.

—A papá— Dije. Me subió a la barra y abrió mis piernas dejando a la vista mi intimidad. Sus ojos viajaron a mi rostro y a mi coño, una y otra vez.

—¿Para que quieras hablar con él? — Gruño las palabras— ¿Quieres irte?— Bajo un poco, tomó mis piernas y las dejó en sus anchos hombros, sopló y yo me removí cuando empece a sentirme excitada—¿Quieres dejarme, niña? — Negué. Empezó a lamer y a succionar con su maravillosa boca mi vagina. Enrede mis dedos en su cabello y lo empuje más a fondo. Gemí, su lengua entró en mi cavidad, la movió en círculos y después empezó a simular penetración. Moví mis caderas ansiosa por alcanzar el orgasmo—No lo volveré a repetir, así que contéstame lo que te pregunte— Dejo de jugar con su lengua y yo me irrite por la falta de mi orgasmo, lo que estaba sintiendo pocos minutos antes de que parara, prometía ser arrasador y delicioso.

—Solo quería hablar con él— Su mano se posicionó en mi cuello sin apretarlo, pero si para que no bajara la cabeza. Se bajo el bóxer liberando su miembro y sin cuidado se clavó dentro de mi.—Aahh— Empezó a moverse, baje la vista mirando nuestra unión, mis jugos le bañaban las polla gorda y venosa que tenía— Dalton — Lo escuche suspirar con brusquedad cuando pronuncie su nombre.

—¿Te irás de mi lado? — Tarde en contestar,  el placer que me daba no me dejaba procesar información. Su agarre en mi cuello esta vez tomó fuerza—Contesta

—No, no me iré— Sonrió, dejo mi cuello y me acostó en la barra, enterrándome su miembro  sin descanso.

—Júralo — Apreté  mis pezones sintiendo el ardor en ellos cuando los lastimaba, me excitaba hacer eso. Mis paredes se cerraron y ya sentía esa calidez en mi bajo vientre cada vez más cerca.

—Lo juro— Gemí, incrementó los movimientos liberando mi orgasmo que me dejó desorientada y viendo estrellas de colores. Salió de mi y pasó su mano sobre su polla liberando el semen que cayó sobre mi vientre.

—Me mataría perderte— Habló con su respiración acelerada— Eres mi niña— Asentí emocionada. Cada vez que me decía de esa manera mi corazón se ponía a latir con más intensidad. Dalton era un hombre que destilaba ferocidad en cada poro de su cuerpo.

Volvió a entrar en mi , pero esta vez fue despacio enseñándome y mostrándome un mundo que me precio de lo más fascinante, puntos de placer que tocaba y no sabía que existían. Lo hicimos en la cocina, en el comedor y en la sala de estar.

Bella +18  (4 )Where stories live. Discover now