capitulo 22

625 44 2
                                    

— Fue un accidente—hable— Edith solo me quiso ayudar— Dalton me arrojó a la cama, se subió encima de mi y me observo con los ojos oscurecidos. Trague saliva y le sonreí tratando de que se calmara.

— ¿Accidente?— Asentí. Acaricio mi pierna y fue subiendo hasta toparse con la tela que cubriría mi intimidad. Pasó su pulgar sobre la tela burlándose de mi, cerré los ojos cuando el cosquilleo apareció. Tensé mis muslos tratando de cerrar mis piernas, pero él lo impidió. Me obligó a elevar un tanto la cadera y sacó lo que para él significaba un estorbo— Tu coño es tan pequeño— Doblo mis piernas hasta dejarlas pegadas a mi pecho y le diera una buena vista de mi parte baja. Con su mano libre, se bajo la cremallera y libero su miembro. Lo paso desde mi clítoris hasta mi orificio anal, mis caderas por inercia se balancearon dándole permiso de que entrara—¿Mmm? ¿Quieres que te folle?

— Si— Gemí cuando metió únicamente la punta— Por favor— Lo escuche reír. Para mi no era gracioso— Dalton.

— Silencio,niña—Gemí cuando fue introduciéndose— Debes entender algo; no debes desobedecerme, por nada del mundo lo hagas— Negué y chille cuando me la enterró toda de una sola embestida— Si te digo que no salgas, no sales y punto— Asentí cerrando los ojos y disfrutando de los empujes de su cadera—¿Comprendes?

— Si — Susurre. Abrí los ojos para verlo inclinarse hasta quedar cae a cara. Apreté mi coño cuando vi su cara.Como contrato su mandíbula, el oscuro de sus ojos verdes me prendía y me hacía querer acabar mojando la sábana con mis fluidos— Más rápido— Me tomó desprevenida, me giro hasta quedar boca abajo y con el culo arriba y embistió.

—¿Señor Rinaldi? — Clave los dientes en la almohada tratando de amortiguar mis gemidos. Dalton en ningún momento freno sus movimientos bruscos, ni si quiera por que una de las mujeres estaba detrás d ella puerta llamándolo—¿Señor Rinaldi?— Dalton no contesto, en cambio jalo mi cabello logrando que soltara la almohada y que mis jadeos se escucharan.

—Que coño tan apretado—Gruñó en un susurro.

—Dalton, no— Los estrellones y su polla en mi canal me hacían ver la estrellas y volar en el cielo tocando las nubes de algodón, el razonamiento se me estaba nublando con el muy cercano orgasmo.

—Señor, hay problemas— Odie a la mujer cuando Dalton detuvo sus embestidas, mi orgasmo se quedó atascado en  alguna parte fuera de mi alcance y maldije en mi cabeza a la mujer— Ese urgente. Tiene una video llamada del señor Román.

—No puedes dejarme así— Contesté cuando lo sentí salir de mi coño. Me senté frustrada en la cama y me cubrí con la sábana.

—El hombre nunca llama, debió pasar algo grave para que esta vez si lo haya hecho—Lo vi vestirse e irse. Tome una ducha y yo misma busque mi orgasmo, no fue lo mismo usar mi mano que usar su polla ,  pero si me ayudo a liberarme y no sentirme frustrada.

Salí y camine con dirección al despacho donde muy seguramente Dalton estaba. La puerta estaba entre abierta y se podía escuchar lo que decían.

— Los rusos han herido a Alice y a Santiago— Me asuste. Entre sin el permiso de nadie y vi la video llamada en la smart. Román me saludo con un movimiento de cabeza.

—¿Como están ellos?— Pregunte con miedo— ¿ el bebé está bien?

— El bebé está bien. La bala entró en su hombro por suerte. Santiago se llevo la peor parte, recibió tres balas en el abdomen tratando de proteger a tu hermana— El nudo en mi garganta atasco las palabras que quería decir— En estos momentos los están atendiendo.

—¿Por que los atacaron? ¿Ellos que tienes que ver en esto?— pregunte mirando a Dalton. En el fondo de mi sabía que él sabía algo sobre esto.

— Los rusos quieren exterminar a tu familia para quedarse con el poder — ¿poder? ¿Hacían todo esto por poder?. ¿No podían simplemente conseguirlo por sus propios méritos?— Esa es una de las razones que no quería que tomaras el mando.

Bella +18  (4 )Onde as histórias ganham vida. Descobre agora