Sunburn. [Ed Sheeran]

Capítulo 12

Suspiré aliviada al atravesar las puertas de la universidad. Cada paso que daba era como quitarse un pequeño peso de encima. Bueno, al menos así me sentía. Solamente eran las 2:40 pm y yo ya estaba libre. Salir al menos veinte minutos temprano podía alegrar completamente mi existencia. Mientras caminaba, planeaba mentalmente las actividades que haría al llegar a mi departamento. Cambiar mi elegante ropa a una cómoda pijama era el punto número uno, ya que hoy me dediqué a buscar un buen atuendo para la escuela porque desperté relativamente temprano. El segundo era ver una película, aunque también era buena idea salir en la noche por un poco de Nutella y helado para disfrutarla al 100 %. ¿Por qué no? Me lo merecía después de una larga semana.

Estaba a punto de cruzar la calle cuando 'Drunk' comenzó a sonar desde el interior de mi bolso. Nota mental: no dejar mi teléfono al alcance de Jared. Puse los ojos en blanco sacando mi celular, presioné el icono verde y lo llevé hacia mi oreja.

-Uhm, ¿hola?

-Melanie -Ed susurró desde el otro lado de la línea-. ¿Puedes pedir permiso para salir de la escuela ahora?

-Salí hace un momento -retrocedí, no era buena idea estar parada en la orilla de la calle-. ¿Por qué susurras?

-Mark está con nosotros -susurró de nuevo-, notengomuchotiempo -dijo atropelladamente.

-Ed, habla más fuerte, no te entiendo -resoplé.

-No puedo, estamos en el carro yendo por ti... Oh ya te vi -parecía que estaba hablando consigo mismo porque después de la última palabra, terminó la llamada.

Levanté la mirada confundida, guardé mi teléfono en mi bolsa y examiné los carros que pasaban. Una camioneta negra se estacionó frente a mí y la portezuela trasera se abrió dejando ver unos cabellitos naranja... Sí, ahí estaba Ed. Abracé mi bolsa y caminé hacia el vehículo. Me subí lo más rápido que pude sin resistirme porque si Mark estaba ahí, era mejor no hacerlo molestar.

-Buenas tardes -saludé quitándome los lentes, los guardé en su estuche y me acomodé mi cabello tratando de lucir un poco decente.

-Buenas tardes -dijeron los tres al unisonó. Sí, definitivamente Mark estaba aquí.

Stuart giró de su asiento-. ¿Lista? -Preguntó observándome de pies a cabeza-. Te ves cansada.

-¿Lista para qué? -respondí con otra pregunta-. Estoy cansada. Ayer cuando regresé a mi departamento lo primero que hice fue terminar mi tarea -Mark despegó la mirada del camino y me vio seriamente. Aproveché el momento para fulminarlo con la mirada.

El publicista se aclaró la garganta-. Lista para una entrevista -dijo con voz profunda, sabía que lo hizo a propósito.

-Me gustaría que cuando hicieran planes me digan, al menos una hora antes. ¿Es mucho pedir? -Traté de sonar lo más irónica posible.

-Lo tomaré en cuenta -dijo Mark mientras maniobraba en el volante doblando en una esquina.

Resoplé, girando mi vista hacia la ventana y recosté mi cabeza en el respaldo. Tenía ganas de golpear a Mark en la cara, y en la posición en la que estaba ahora, era una gran ventaja. Lo pensé un momento: podría golpearle la nuca, pero si se desmayaba, pondría en riesgo la vida de Stuart y Ed, ya que él estaba al volante. Mejor no. Sacudí mi cabeza, si seguía pensando en eso, tendría más ganas de hacerlo.

Me perdí tanto observando la vista que tenía desde la ventana, que había olvidado que del otro lado del asiento se encontraba Ed. Me volví hacia él, estaba en la misma posición que yo, viendo desde la ventanilla. Su brazo estaba apoyado en el soporte de la portezuela y su quijada recostada en su mano. Las únicas voces que sonaban alrededor del carro eran las de Stuart y Mark, no entendía como él podía soportarlo. Ed no había cruzado palabra alguna conmigo, ni siquiera una mirada.