Capítulo 31

13.8K 486 104
                                    

Ed's POV.

La luz del sol que comenzó a filtrarse lentamente a través de la ventana me despertó gracias al brillo y calor que le brindaba a mi piel. Parpadeé repetidas veces tratando de reconocer el escenario frente a mí. No recordaba la gran ventana de mi habitación, el olor a fresas, o las cortinas extremadamente blancas. Giré mi cabeza lentamente y la hermosa persona que dormía pacíficamente a mi lado me recordó dónde me encontraba. Sonreí sin mostrar los dientes, me acerqué más a ella muy despacio tratando de no despertarla y besé su frente. Ella sonrió inconscientemente girando hacia mí y sus brazos buscaron mi cuerpo, me cubrió en un abrazo. Aparté su cabello de su rostro lentamente con mi mano libre y una vez más, besé su frente. Aun durmiendo, mi novia era hermosa. Melanie sonrió de nuevo, pero esta vez, con menos ganas y se acurrucó ocultándose en mi pecho. Comencé a trazar lentamente pequeños círculos en su espalda con mi dedo índice, después recorrí su hombro y de último llegué a su cuello. Su piel era suave, parecía de porcelana. No quería despertarla, disfrutaba tenerla en mis brazos, verla dormir cómodamente y simplemente estar con ella.

Me sentía aliviado tras haberle explicado el malentendido con Nina... Bueno, la mayor parte. De una u otra manera era un peso menos de encima. Aunque preferí omitir comentarle sobre la conversación que tuve con Nina mientras ensayábamos... Todavía no estaba listo para confesarle mis sentimientos a Melanie. Aún no. Pero lo que nadie sabía, incluyendo a Nina, era que me embriagaba a propósito, para así poder alargar el contrato y tener a Melanie conmigo. No estaba listo para dejarla ir. Sabia que era una decisión irresponsable de mi parte, pero era lo único que podía hacer sin tener que decir mi plan o lo que siento por ella y hacer que Melanie se alejara de mi.

Después de todo, valió la pena haber cancelado mi concierto y venir hasta Londres solo para verla. Porque hasta este punto, ella importaba más que mi carrera. Aunque no fue justo haberle hecho eso a mis fans. No lo merecían. Los boletos se agotaron rápido y muchas personas no pudieron comprar el suyo. Tenía que pensar en algo... Oh no, había olvidado que primero tendría que enfrentarme a Stuart. Y eso significaba un extremo regaño... Además, también tenía que lidiar con mi estúpido publicista.

Los brazos de Melanie sorpresivamente me presionaron con fuerza, sacándome de mis pensamientos. Ella rio silenciosamente y se acomodó más en mí. Al diablo Stuart y Mark, finalmente estaba con mi novia.

-Buenos días -susurré mientras acariciaba su cabello.

-Buenos días Ted -susurró de vuelta, su aliento contra mi pecho haciendo que toda mi piel se erizara. Sonreí al escuchar mi apodo-. ¿Cómo dormiste?

-De maravilla -respondí, ella elevó su mirada y me sonrió ampliamente. Aproveché el momento para admirar sus hermosos ojos avellana ya que el sol los iluminaba, después bajé la mirada para ver sus suaves y dulces labios.

Melanie sonrió de nuevo y giró lentamente. Automáticamente posé una mano en su cintura-. Sólo me voy a sentar -dijo divertida y lentamente la solté. Creí que iba a caerse de la cama-. ¿Cuáles son los planes para hoy? -Preguntó mientras bostezaba y hacia movimientos para que su cuerpo reaccionara.

-Ocultarme de Stuart -sugerí cerrando los ojos, y comencé a masajear mis párpados.

-¿Por qué no comenzamos levantándonos de la cama? -Sugirió soltando unas risitas. Amaba que haga eso.

-Muy buena idea -me reí, incorporándome y recostándome en el respaldo de la cama.

-Tomaré un baño, ahora vuelvo -me dijo Melanie acercándose a mí, besó con dulzura mi mejilla y se levantó de la cama.

-Está bien -le contesté antes que cerrara la puerta del baño.

Volví a acostarme y cerré los ojos de nuevo. Comencé a sentir ese cosquilleo del avión, todavía seguía cansado y el jetlag me consumía. Inhalé profundamente, exhalé y volví a inhalar; me encantaba sentir el olor a fresas de la habitación de mi novia. Tardé unos segundos en reaccionar: nunca había estado en su habitación. Abrí los ojos de nuevo y lentamente con la mirada comencé a recorrer las cuatro paredes. Una habitación cálida, de color blanco, todo sumamente ordenado, libros, maquillaje, bolsas y fotografías. Femenino a la medida. Giré mi vista, y la pared detrás de mí era de un color azul turquesa.

Sunburn. [Ed Sheeran]Where stories live. Discover now