Sunburn. [Ed Sheeran]

Capítulo 21

-Espérame, no vayas tan rápido -me detuve a mitad de la colina, agachándome para recuperar el aliento y escuché claramente las risas de mi novio.

-¡Vamos Mel! -Ed me animó desde lo lejos levantando sus manos al aire como si no hubiese corrido un kilómetro-. Falta poco.

-Ed, ya no camines más -me quejé incorporándome y comencé a caminar a paso rápido.

Correr definitivamente no era lo mío; podía hacer todo tipo de ejercicio, pero menos correr. Hasta este punto sentía que mi corazón podría salir a través de mi boca; y no era una bonita sensación. Estaba comenzando a marearme.

-Te aseguro -dijo Ed corriendo de vuelta hacia mí, negando con la cabeza-, que si te digo que del otro lado de la colina hay una fábrica de Nutella donde podrás comer toda la cantidad que quieras, correrías.

-Me conoces tan bien -respondí irónicamente al mismo tiempo que extendí mis brazos. Ed corrió más rápido hacia mí y cuando estuvo lo suficientemente cerca, me envolvió en un abrazo.

-Vamos, realmente quiero que veas esto -me animó separándose de mí, yo suspiré. Entrelazó su mano con la mía y caminamos cuesta arriba.

Cuando llegamos a la cima, mi agitada respiración regresó a su ritmo normal. Valió la pena la gran caminata que dimos porque el paisaje era hermoso. Desde aquí se podía visualizar toda la ciudad.

-Wow -suspiré.

-Cuando era niño me gustaba venir aquí -Ed soltó mi mano y enseguida su brazo rodeó mi cintura; me acurruqué en su pecho recostando mi cara en este. Me encantaba el hecho de que él era más alto que yo-. A los trece años, solía traer mi guitarra -hizo una pausa admirando el paisaje-, y ahora que recuerdo, aquí escribí muchas canciones.

-¿Como cuáles? -Pregunté en un susurro mientras observaba con detenimiento la ciudad.

-In memory, Postcards, Stevensong... Varias, algunas tomaron lugar en mi álbum Want some? Y muchas las guardé.

-Este lugar es muy lindo...

-... Y relajante -Ed terminó la oración-. Regresemos, hay un lugar más donde me gustaría llevarte, aquí sólo quería mostrarte la ciudad desde otro punto de vista -volvió a entrelazar su mano con la mía y dimos la media vuelta, regresando al carro.

Obviamente bajar fue mucho más fácil, solamente me dejé llevar por la gravedad que me empujaba hacia abajo. Caminamos hacia su automóvil lo más rápido posible y subimos rápidamente para no perder tiempo. Ed encendió el motor y nos dirigimos a nuestra siguiente parada.

Sinceramente estaba cansada. Me había dormido a las 5 am y Ed me despertó a las 8 am para comenzar el tour improvisado. No me quejé, fue imposible al ver la felicidad que reflejaban sus ojos. Él creció aquí, esta ciudad estaba llena de recuerdos de su infancia y el hecho de que quisiera llevarme a los lugares donde solía ir, me hacía sentir especial. ¿Cómo negarme a esta oportunidad?

Aquí, Ed era una persona completamente diferente. Estaba feliz todo el tiempo y me trataba bien. En Londres, solo me hablaba cuando estábamos frente a alguna persona que no fuera Stuart, Mark, Jared o las cámaras. Aunque no lo culpaba... o no quería hacerlo. Así que debía aprovechar su buen humor para poder disfrutar el tour que tenía preparado para mi.

Melanie, me dije a mi misma, recuerda que te trata así por sus papás.

Me costaba mantener en mente que teníamos que actuar las 24 hrs del día. Por momentos olvidaba ese pequeño detalle. Qué ingenua. Ed era así por conveniencia. Nada más lo hacía para cuidar su imagen. ¡Melanie no te ilusiones!