Sunburn. [Ed Sheeran]

Capítulo 26

-Jared, creo que está muerta -escuché que Alex susurró y decidí no moverme. Aún no-. No, esta vez no fue mi culpa -chilló-. No estoy mintiendo, Melanie no se mueve -soltó un grito ahogado y contuve mis ganas de reír-. Ya he intentado todo: grité el nombre de Ed, brinqué en la cama y hasta la amenacé de comer toda la Nutella que tiene... También abrí una y la puse en su cara para que sintiera el olor. ¡Tienes que venir!

-¡La has matado! -Escuché que grite Jared.

-Jared ven, -Alex comenzó a desesperase y se sentó a mi lado-. ¿Qué le voy a decir a Ed? Tendremos qué esconder su cuerpo y...¡Estaba bromeando!... ¿Cómo que no puedes venir? Jared te estoy diciendo que Melanie no respira. No, no, n... Idiota -escuché que arrojara su teléfono y comenzó a sollozar.

-Hmm -hice un ruidito acomodándome en la cama y él voló hacia mí.

-¡Mel, Mel, Mel! Reacciona por el amor de dios -me sacudió salvajemente-. Si te mueres, Ed me va a matar. ¿Escuchaste? ¡Me va a matar! -Era la persona más dramática del universo. Por si fuera poco, comenzó a besar mi frente, después mi mejilla y de último la punta de mi nariz.

-¡Ewwwww! -Exclamé empujando su pecho y el pobre cayó al suelo con una mirada épica-. Gérmenes -me quejé incorporándome y limpié mi cara con las sábanas de Alex.

-¡Estas viva! -Gritó y brincó de nuevo hacia mí, me abrazó bruscamente y los dos caímos a la cama. Se congeló por un momento y después se separo de mí-. ¡Eres mala Gray! -dijo ahora tirándome una almohada, no podía dejar de reírme-. Ya estaba comenzando a planear tu funeral -decía mientras me pegaba ligeramente con la almohada.

-No... pude... resistirme -me carcajeaba y mi estómago estaba comenzando a dolerme.

-Enserio pensé que habías muerto -dijo secando el sudor de su frente y negué con la cabeza-. Con toda la cantidad de chocolate que comiste ayer, creí que te dio una sobredosis.

-¿Cuánto comimos? -Pregunté sorprendida, por un momento olvidé ese pequeño detalle.

-De-ma-sia-do -dijo lentamente levantándose de la cama-, por eso tenemos que desayunar fruta. No te muevas -me indicó al ver que comenzaba a apartar las sábanas-, yo lo traigo -me guiñó un ojo y corrió hacia la cocina.

Volví a recostarme en la cama y puse una almohada en mi cara. Mi cabeza comenzó a dolerme, gracias a la cantidad de comida que habíamos ingerido ayer. Alex estaba triste y yo aburrida, cuando esos dos sentimientos se unían agregando nuestra forma de ser, las esperanzas disminuían. Habíamos salido a comprar chocolate, helado y pizza. Nos instalamos en mi habitación de huéspedes, (ahora habitación de él) y comenzamos a devorar la pizza mientras veíamos películas de amor. Sabía que al estar con Alexander me adentraba a un callejón sin salida, ya que Jared no estaría con nosotros para decirnos lo de siempre: "si comen mucho se arrepentirán al día siguiente y llorarán mientras yo les diga "se los dije", claro ignórenme", pero de todos modos quise arriesgarme. ¿Cómo rechazar una oportunidad de poder hacer que Alex gastara un poco de su dinero en chocolate? Al menos tenía que comprarme algo, lo odiaba por tener más dinero que yo. No me di cuenta de todo lo que había comido, hasta que comenzó a hacer efecto en mí y no pude ni levantarme. Por esa misma razón me dormí en la cama de Alex y después no supe que sucedió. En otro momento como ese, hubiera estado asustada por haber despertado en su cama y no saber cómo terminé ahí. Pero como estaba en mi propio departamento, las opciones de ser raptada... bueno, eran casi nulas. Por un momento creí que el efecto del chocolate no se había quitado completamente, por la cantidad de incoherencias que estaba comenzando a pensar.

-Desayuno en cama para mi compañera de tristezas -canturreó Alex entrando con una bandeja llena de fruta. ¿Ahora era su compañera? Tristezas... ¿Qué?