¿Regresaste?

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Ahora que Ryan ayudaba a la banda las cosas pintaban muy bien para él y para todos. La banda comenzaba a tener aun más éxito, tenían muchos más eventos reservados y bastante dinero además de muchos fanáticos que se presentaban de manera infalible a todas las presentaciones de Panic! At The Disco. Por su parte Ryan también se sentía muy bien, ahora que ayudaba a los chicos sentía que era un paso más para salir de el negocio de la prostitución y eso era lo que quería, dejar eso por Brendon.

También a Brendon le iba bien en la casa de ayuda, estaba a un par de días de cumplir un mes ahí y poder volver con Ryan, el sentía mejor aunque tenía un problema, al fin había recobrado la memoria.

La primera semana Brendon se sentía terrible por no estar con su querido Ryan, se sentía sin ánimo alguno pero siempre recordaba que hacía eso por Ryan, era lo único que lo hacía seguir en esa extraña casa.

A pesar de que le habían dicho que no podía llevar ninguna pertenencia con valor sentimental, el llevo la carta que Ryan le había escrito para que la leyera cuando estuviera triste. Así que las primeras siempre llevaba esa carta a todos lados con cuidado de que no la vieran los demás. Siempre que estaba en la casa miraba la carta y sonreía, aún sin saber lo que decía le hacía sentir feliz ver ese recuerdo de cuando Ryan se la dio.

Un día en esa casa la terapia fue muy intensa, la consejera que Brendon tenía lo había presionado mucho ya que no presentaba ningún avance con su amnesia. Brendon no recordaba nada y la consejera le estaba dando una presión innecesaria.

Comenzó como todas sus sesiones, siendo amable y con las preguntas de rutina, tales como: ¿qué es lo más viejo que puedes recordar?, ¿has tenido visiones de tu pasado? Y otras tantas preguntas así. El, como siempre, contestaba que no ya que en realidad no recordaba mucho de su pasado, solo recordaba pequeños fragmentos de su infancia y sus años de universidad, pero no había rastro alguno de su época de adolescencia.

La chica comenzó a decirle que intentará recordar, tal vez lo lograría, era inútil, por más que lo intentara, no podía, debía tener algo significativo que de verdad le hiciera sentirse como en esa época. La consejera comenzó a hablar más alterada, ella estaba desesperada de estancarse con Brendon, lo hacía intentando hacerle un bien a Brendon sin darse cuenta de que en realidad solo lo estaba perjudicando.

Le dijo que imaginara la escena cuando conoció a Ryan, que lo intentara para ver si funcionaría, lo intento pero no pudo. Al ver esto le hizo imaginar que ella era Ryan, para así tener una mejor visión de el momento, intento hacerlo para que ya lo dejara en paz, pero al igual que los intentos anteriores, fallo. Así que la chica se desesperó tanto que comenzó a decirle cosas terribles. Como si en realidad ella fuera Ryan, cosas como ¿por qué me dejaste Brendon?, ¿cómo pudiste hacerme eso?. El solo se quedo sentado escuchando la basura que salía de la boca de la chica, se canso y se fue llorando a su habitación, era absurdo que ella creyera que así lo ayudaría.

Cerró su habitación con llave y se sentó en la cama, las lágrimas caían ferozmente de su rostro, parecía que no se detendrían. Metió la mano a su bolsillo y saco el sobre de la carta que su pareja le había dado semanas antes. Busco unas tijeras para abrir el sobre, cuando las encontró abrió con delicadeza la carta tratando de no cortarla, la miro unos segundos y comenzó a leerla.

"Brendon...

Sé que lo nuestro nunca ha sido fácil, tal vez nunca sea así pero si algo llegara a pasar entre nosotros quiero que sepas esto.

Tú eres el sol que ilumina mis días, cuando te perdí sentí que alguien había apagado el sol, todo era oscuridad. Tú mereces brillar, nadie puede opacarte, ni siquiera tú mismo. Cuando te vi llorando sentí que mi corazón se quebraba, por favor no llores.

Moon Boy| RydenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora