Moon Boy| Ryden

Una pistola, una víctima.

24.Una pistola, una víctima.

Una mañana más. Así era como lo veía Ryan, una maldita mañana más, igual de mala que la noche anterior. Despertó con un fuerte dolor gracias a Brendon, aunque para el si hubiera significado algo el acostarse con Brendon, no cedería tan fácil ante él y ante su gran orgullo.

Como todos los días Ryan se levantó dispuesto a bañarse, una ducha caliente lo haría refrescar su mente y dejar de pensar por un momento en Brendon; se dirigió a la regadera, acomodó lentamente las manijas procurando tener la temperatura perfecta para su baño ideal, comenzó a retirarse la ropa relajadamente. Solo llevaba un camisón bastante largo por lo cual no tardaría mucho en realizar esta acción. Comenzó por ese camisón, quitándoselo con una gran paciencia.

'Ryan te quiero'.

En su mente comenzaban a recaer pequeños fragmentos de lo que había pasado la noche anterior, se sentía mal, extrañamente mal, pero era muy tarde para arrepentirse de lo ocurrido.

Al terminar con el camisón lo colocó en el suelo y después bajo su ropa interior para entrar en la regadera. Su pie derecho fue el primero en ingresar, posteriormente metió su pie izquierdo para comenzar con su baño diario.

'Por favor, perdóname Ry'.

No podía parar de pensar en la noche anterior y el cómo destrozó a Brendon. Si bien Ryan quería perdonarlo, quería que Brendon fuera y le pidiera disculpas primero pero al ver lo que pasó la noche anterior, se dio cuenta que eso no sucedería. Al parecer Brendon veía mucha televisión, ya que creía que con un "te amo" se podía arreglar todo.

Ryan intentó dejar de pensar en Brendon y siguió duchándose. Ryan se bañaba todos los días, sentía que debía quitarse lo sucio de ser una prostituta, por eso restregaba fuertemente todo su cuerpo dejándolo rojo, y, por más que intentará siempre quedaba esa sensación de suciedad.

Como era común en Ryan, tomó una chaqueta de cuero negra, una camisa blanca y unos pantalones color mostaza.

Solo era un día común en la vida de Ryan. Despertar, comer, pensar e ir al club. O al menos eso era lo que él tenía planeado. Ryan decidió hacer una caminata para aclarar un poco su cabeza. Muchas cosas habían ocurrido en tan poco tiempo, su cabeza explotaría si no se detenía un momento a reflexionar sobre las tantas cosas que pasaban en ese momento.

Lo que más quería Ryan era poder dejar de pensar en Brendon, aunque fuera por un segundo. Al caminar se dio cuenta de lo vacío que era todo cuando tu vida está pendiendo de un hilo, todo iba en cámara lenta para el, y por más que intentará captar los buenos momentos, estos eran demasiado rápidos para ser capturados.

Ryan caminó hasta una pequeña plaza cerca de su departamento, se veía muy pintoresca y acogedora. Había un gran roble en el centro, sus hojas brillaban con los rayos de sol que caían sobre ellas, alrededor del roble había cuatro bancas de madera, Ryan tomó asiento en la que se encontraba más cerca de él.

Al sentarse cerró los ojos con fuerza y dio un gran suspiro, en eso escucho una voz femenina dirigiéndose a él.

—¿Estás enamorado o cansado?

Ryan abrió los ojos y se percató de que era una mujer mayor, parecía muy agradable ya que tenía una gran y amable sonrisa en su rostro.

—Creo que ambas.

Le dedicó una gran sonrisa después de responder. La mujer no dijo nada más, solamente se quedo viendo hacia lo lejos, casi parecía que ignoraba la presencia de Ryan a su lado. Media hora después Ryan se levantó de la pequeña banca, se retiró no sin antes darle los buenos días a la mujer.

Mientras volvía a su departamento tomó un cigarrillo que tenía guardado en su pantalón, en los últimos días su vicio por fumar había incrementado significativamente, pero eso no le preocupaba a Ryan, solo lo dejaba pasar, fumó dos cigarrillos antes de llegar a su edificio, empujo la puerta y subió las escaleras para ir a su piso.

Cuando entro a su departamento decidió que debía preparase algo para la comida, pues eran casi las 3:00 p.m., así que abrió uno de los cajones de la alacena y encontró una botella de whisky cerrada, recordó que esa botella la compro cuando Brendon iba a regresar de la casa de ayuda, Ryan sonrió y se sonrojó inconscientemente.

Tomó la botella y se sirvió un trago.

—Por Brendon.

Dijo eso mientras levantaba el pequeño vaso de el cual iba a tomar unas cuantas rondas de whisky.

Después de beber ese trago se dirigió a prepararse su comida, agarró un sartén y cuando iba hacia el refrigerador para pensar que preparar, sonó el timbre de su piso. Era Pete. Ryan dejó que pasara, la verdad no le importaba mucho quien entrará en ese momento. Abrió la puerta cuando Pete llegó a ella y lo dejo pasar.

—Gracias por dejarme pasar, tengo que hablar contigo.

Pete agradeció mientras tenía sus manos dentro de las bolsas de una chamarra café que llevaba, parecía sospechoso pero Ryan no le dio importancia.

—Déjate de formalidades y dime qué quieres.

La verdad era que Ryan estaba fastidiado por todos, en especial por Pete, por qué desde que terminó con el, hacia todo lo posible para que el trabajo le fuera más difícil siempre que él quisiera.

—Esta bien. Quiero hablar sobre lo nuestro, tú y y...

—¿Lo nuestro? Si no recuerdas yo te termine.

Ryan interrumpió rápidamente, no quería que Pete se siguiera haciendo ilusiones. Pete iba a responder a Ryan pero de nuevo sonó el timbre haciendo que Ryan llevara su atención hacia allá. Esta vez era Brendon, Ryan le dijo que pasara que estaba abierto. Pete se alarmó, sabía que ese era el momento de ejecutar su plan así que se acercó a Ryan y lo abrazó.

—Sobre lo nuestro—dijo susurrándole al oído— creo que se acabo.

Saco rápidamente de su bolsillo derecho una pistola, la puso contra su estómago, cerró sus ojos y disparo, mientras esto pasaba Brendon abrió la puerta y pudo captar como era que Pete le disparaba a Ryan. Se escucho un gran estruendo por todo el lugar haciendo que tanto Brendon como los vecinos de alarmaran.

Ryan cayó al suelo y Pete corrió hacía la puerta empujando a Brendon para poder escapar. Brendon estaba en shock, se tiro de rodillas, se arrastró hasta Ryan y lo abrazo con todas sus fuerzas, no quería que nada malo pasará pero parecía que esa no era su decisión.

perdón por no actualizar rápido, ya comenzare a actualizar dos veces a la semana, espero les guste el capítulo.