Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]

Capítulo 2

Mi mundo se está viniendo abajo.

Pensé que todo se iba a solucionar, ¿cómo puedo llegar a ser tan ilusa?

Mi madre irrumpe en la habitación con una funda guardarropa en las manos.

—Aquí tienes el uniforme, pruébatelo —deja la funda sobre la cama y da media vuelta para marcharse—. Antes de que te lo quites, quiero ver cómo queda.

—Mamá por favor... —suplico—. ¿Podemos hablarlo? Quiero arreglar esto y...

—No hay nada que hablar, te espero en la sala de estar —sentencia y da un fuerte portazo al salir de la habitación.

De inmediato rompo a llorar. No soy de esas chicas sensibles que lloran con lo más mínimo, que busca detallitos y tan solo quiere complacer; soy una chica con una personalidad muy difícil, siempre me lo han dicho. En otras palabras, soy rara. Soy diferente a todos estos hipócritas.

Sé que cualquiera pensaría «Solo vas a cambiar de escuela a una mejor, eres muy dramática», pero no es tan solo el hecho de cambiar de escuela.

Tuve que lidiar con muchas cosas para poder ir a una escuela pública, desde ese momento me gané el odio de Elisabeth y de mi madre. A pesar de esto, continué insistiendo, deseaba ir a una maldita escuela pública y no me importaba en absoluto lo mal que me mirasen los hipócritas de la sociedad en la que convivo; quería tener la oportunidad de conocer gente sincera que pensara en algo más que no fuesen el dinero o las apariencias. Solo quería escapar de mi realidad.

Tener que aparentar veinticuatro horas al día es hartante, no puedo ser yo.

A Lisa eso de aparentar le sale tan natural, que se ha vuelto la chica estricta y elegante que aparentaba ser hace unos años. Axel, sin embargo, solo aparenta en público.

Tener que asistir al colegio de pijos, implica tener que aparentar y ser como el resto de niños ricos que van, seré una igual al resto.

Eso sin mencionar el hecho de que voy a alejarme de Rebeca. Soy una chica muy antisocial, me gusta vivir en mi mundo, aislada del resto. Sin esperar nada de nadie, se vive mejor.

Y he de admitir que me cuesta la vida hacer amigos.

Esto va a ser muy difícil...

Abro la funda y miro el uniforme en silencio. La chaqueta roja, la camisa blanca, la corbata oscura, la falda de cuadros, las medias blancas y los zapatitos de niña pija.

Tan solo verlo me da arcadas. Nunca pensé que yo tendría que vestir esto, ni en mis peores pesadillas.

Comienzo a desvestirme. Mis shorts caen para dejar lugar a la espantosa falda. Mis botas quedan tiradas en el suelo junto a los shorts, y mi camiseta encima.

Me deslizo dentro de las medias, luego me pongo la camisa blanca y comienzo a abrochar todos los malditos botones; por las mañanas echaré un buen rato en esto. Acto seguido, deslizo la falda por mis piernas y subo la cremallera al llegar a la cadera; la camisa queda por dentro. Me coloco la chaqueta roja y abrocho los grandes botones que esta trae, antes de ponerme los zapatitos de niña buena.

Me acerco al espejo de cuerpo entero, y me miro en silencio. No parezco yo...

El sonido de la puerta llama mi atención.

—Adelante.

Julie entra en la habitación y cierra la puerta tras de sí, veo su reflejo en el espejo. Me mira en silencio y una sonrisa triste se dibuja en sus labios.

—Te queda muy bien.

—No es necesario que mientras Julie —sonrío agradecida y me vuelvo hacia ella—. Eres la única persona de la que espero total sinceridad.