Capítulo 10

2.9K 261 13
                                    

CHRISTIAN

No entiendo cómo puede ser la hermana de Beth; no se parecen nada, ni en lo más mínimo.

Sus ojos son oscuros, pero brillan con una intensidad que asusta por todo lo que transmite; sin embargo, los de Elisabeth son claros e inexpresivos.

—Deja de jugar conmigo... —musita a modo de súplica. Sus ojos están fijos en mí, mientras que mi mirada vaga por todo su cuerpo, desde la pálida piel de su cuello hasta su ombligo siempre al descubierto; y desde este hasta sus botines, pasando sobre sus medias y sus shorts excesivamente cortos.

—No estoy jugando contigo —repongo.

—Christian, no soy tan estúpida como parezco —dice con pesadez dejándome con la boca abierta—. No sé a qué estáis jugando Lisa y tú, pero no quiero formar parte de ello.

Mi plan se ha ido a la mierda. Todo por la estúpida carrerita. No quería ofenderle, no era parte del plan y besarle tampoco. Joder.

Pero no me arrepiento. Es tan distinta de Elisabeth... no solo físicamente, sino que su forma de besar también es completamente distinta.

—Desconfías demasiado...

—¡Tengo mis motivos! —me interrumpe.

—¿Qué motivos? —me cruzo de brazos y le miro expectante.

—Por favor —levanta los brazos como si fuera lo más obvio del mundo—, eres... —se calla un instante y está claro que está buscando la palabra correcta— ¡lo qué seas de mi hermana!

—Solo somos amigos —respondo con los ojos en blanco.

—Amigos con derecho a roce —musita.

—¿Celosa?

—Vete a la mierda —escupe. Sinceramente, me pone que tenga este carácter.

Me acerco a ella y sonrío cuando retrocede.

—Soy el folla-amigo de tu hermana, ¿y qué?

Está mirando hacia arriba y yo tengo el rostro ligeramente inclinado. Traga grueso y sus ojos se pierden en los míos.

—Eres como ella —musita.

Eso me sienta como una patada en la entrepierna, aunque gracias a Dios no me han dado muchas a lo largo de mi vida.

—¡No me conoces! —estallo y ella retrocede un paso temerosa.

—Dime con quién andas y te diré quién eres —contesta encogiéndose de hombros y mostrando cierta altanería.

Me cago en el refranero de los cojones.

—Sabes que eso no es cierto —me acerco a ella y, antes de que pueda retroceder, la tomo por las muñecas.

—¡Suéltame! — forcejea tratando de escaparse.

—¿Crees que por verme todos los días ya me conoces? —pregunto. Abre la boca para responder, pero no la dejo hablar—. No sabes nada de mí, al igual que yo no sé nada sobre ti.

Ahora se mantiene inmóvil, ya no forcejea.

—Tantas tardes en tu casa, jugando con tus hermanos mientras tú dibujabas o comías galletas tras discutir con Beth... —sonrío ante el recuerdo. No me extraña que me odie, he pasado durante años de ella. Pero voy a enamorarla, me ganaré su corazón cueste lo que cueste, ¿y después, qué?—. Y sin embargo no sé nada de ti.

—No necesitas saber nada de mí, no soy importante —da un tirón en un inútil intento de soltarse—. ¡Y yo no quiero saber nada de ti!

—¿Quieres que me aleje de tu hermana? —pregunto sin soltar sus muñecas. Sus ojos se centran en los míos de nuevo.

Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]Where stories live. Discover now