Capítulo 45

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     Miradas fugaces, sonrisas indiscretas y sonoros silencios se hacen presentes en la mesa.

     Los nervios a flor de piel, la impaciencia por el contacto y la ausencia.

     —¿Quién se hubiera imaginado que estos dos acabarían juntos? —dice mamá divertida alejando el silencio.

     —Sí, antes ni siquiera se saludaban —dice Lisa con malicia. Christian la fulmina con la mirada. Comienza a haber tensión.

     —Bueno, dicen que el amor surge del odio. Es una línea muy fina lo que los divide —digo con una gran sonrisa mientras busco la mano de Christian. A la rubia le falta rechinar los dientes para guindar su malicia.

     —¿Y cómo fue que empezasteis a llevaros? —pregunta Verónica con una gran sonrisa. Esta mujer es un encanto.

     —Fue cuando Melinda llegó nueva a la escuela. Entró corriendo y llamó la atención de todos —dice el yuppy sonriente mientras mis mejillas arden por el recuerdo. No ha pasado mucho tiempo, pero el recuerdo se siente lejano.

     —Es cierto, ¿recuerdas lo que estábamos haciendo antes de que pasara corriendo? —pregunta Lisa con la clara intención de hacer daño.

     —La verdad es que no, sólo la recuerdo a ella.

     Nuestras familias han congeniado muy bien, nunca me hubiera imaginado que una amargada estricta como mi madre pudiera tener una conversación tan agradable con un polo opuesto como Verónica. Aunque dudo que está mujer pudiera caerle mal a alguien.

     Mamá le está contando a Verónica como consiguió cumplir su sueño de ser diseñadora y el camino que tuvo que recorrer para llegar a tanta fama; mientras que el señor Wilde y papá hablan sobre sus respectivos trabajos.

     La cena transcurre de forma muy agradable sin más molestas interrupciones de Elisabeth, pero aún así se percibe la ausencia. Falta Axel.

     Papá se ha entristecido mucho al saber que Axel no vendría, pero su tristeza ha parecido evaporarse con la llegada de los Wilde. Apariencias.

     —¿Y cuando abrimos los regalos? —musita Christian en mi oído.

     Ha traído un regalo bastante grande y muy bien envuelto; ojalá yo lo hubiera hecho tan bien. Y mira que Julie me dijo "¿quieres que lo haga yo?" pero naaa, yo tenía que hacerlo a mi manera y fastidiarlo. La intención es lo que cuenta, ¿No?

     Estoy empezando a dudar de mi regalo, no creo que sea suficiente.

     Al terminar la cena nuestros padres pasan a conversar a la sala. Sus conversaciones son fluidas y no tardan demasiado en olvidarse de nosotros. Así que aprovecho para arrastrar a Christian a mi dormitorio; él me sigue con sucias intenciones pero no obstante trae su regalo.

     —Pensé que esta noche no tendrías ganas —bromea. Se deja caer en mi cama y se sienta a observar como saco mi regalo mal envuelto del armario.

     —Yo siempre tengo ganas —río—. ¿Quien primero?

     —La cortesía dice que las damas primero, pero ni a ti ni a mí nos va eso —ríe entregándome su regalo.

     Al cogerlo me doy cuenta de que estoy nerviosa. ¿Qué cara voy a poner si no me gusta? ¿Y si su regalo es genial y el mío no le gusta? Oh Dios mío.

     —Tierra llamando a Mel —dice divertido y fija su vista en mí. Nunca me cansaré de ver ese azul oceánico—. Me encantaría saber que pasa por esa cabecita tuya.

Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]Where stories live. Discover now