Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]

Capítulo 9

El regusto a menta casi ha desaparecido. ¿Estaba comiendo chicle? Si es así no me he dado ni cuenta. Es que ha sido todo tan rápido...

Me siento en mi sitio y a los dos minutos entra mi hermano, seguido del rubio y la pelirroja; la verdad es que ahora mismo no sé cómo comportarme.

Debería hacer como si no hubiera pasado nada. ¿Pero cómo voy a hacer eso después de lo que ha pasado? No puedo ignorar el beso, no puedo sacar sus malditos ojos de mi cabeza, ¡no puedo dejar de pensar en ese idiota!

Nina se sienta junto a mí y en seguida se voltea para ver cómo se sienta mi hermano. La gente continúa entrando en masa al aula y no puedo evitar fijarme en que las gemelas están de brazos cruzados y no se miran; seguramente hayan discutido.

—Cada vez lo flipo más con este tío —dice Axel exasperado.

—¿Qué ocurre? —me vuelvo y enseguida puedo ver una enorme sonrisa en la cara de la pelirroja.

—Christian ha desaparecido antes del partido y hemos quedado en empate —refunfuña el rubio.

—Encima el hermano de esta no ha venido —agrega Axel de mala gana. Nina frunce el ceño enseguida.

Doy un rápido vistazo a la clase y veo que es cierto, el pelirrojo no está y por lo visto la morena tampoco.

—Tengo nombre —protesta ella—. Además, yo no tengo la culpa de lo que haga mi hermano.

—Bueno, tan solo es un partido...—digo tratando de quitarle hierro al asunto y relajar el ambiente.

—¿Qué tan solo es un partido? —preguntan los dos chicos al unísono.

Ya veo que le dan demasiada importancia al fútbol.

Ruedo los ojos y levanto las manos a la defensiva—. No he dicho nada.

—¿Tú que has estado haciendo en el recreo? —pregunta Nina curiosa. Sus castaños ojos clavados en mí y una sonrisa en su boca.

—Fui a los jardines a leer —el color no tarda apenas nada en instalarse en mis mejillas.

—Claro, claro —dice poniendo en tela de juicio lo que he dicho—. ¿Y qué tal tu carrerita con el playboy? —alza las cejas insinuante.

¡Mierda!

Los ojos verdes de mi hermano y los azules de Gael están puestos en mí; son unos cotillas.

—No me ha pillado y no he vuelto a verle —miento. No me apetece ser la comidilla de toda la escuela.

—¿En serio?  —dice Nina haciendo berrinche. Asiento.

Las horas transcurren deprisa. He pensado en lo que ha dicho el yuppy, supongo que por hablar con mi hermano y sus amigos no pasará nada, no parecen tan malos; sin embargo, debo mantenerme alejada de Christian.

«Los prejuicios son un error humano» ha dicho. ¿¡Pero de que va!? Es imposible no tener prejuicios si se trata de él. Entonces ha sugerido que me equivoco... «Te sorprendería...» ¿El qué? ¿Qué me sorprendería? ¿Él? Quiere decir que no es como yo creo, pero se equivoca; no me da buenas vibras y a mí no me engañará. ¡No pienso dejarme manipular!

Tengo que alejarme de ese chico, estoy segura de que sus intenciones no son buenas.

Cuando suena el timbre de salida, me adelanto un poco y espero a mis hermanos en la calle que hay frente a la escuela, no quiero encontrarme con el yuppy, sería demasiado incómodo.