Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]

Capítulo 44

Me gusta estar con él por que me hace sentir diferente.

A su lado puedo ser yo misma, sin apariencias y sin la necesitad de ocultarme de las miradas o de lo que suelten las malas lenguas.

Por eso le quiero tanto, me siento bien con él y conmigo misma.

Dejo de respirar cuando me percato de que se ha quedado dormido.

Estábamos acurrucados en el sofá y se ha dormido en mi regazo, o más bien en mi vientre.

Aparto los oscuros mechones que caen sobre su frente y me permito deleitarme con sus vistas. Su pecho se eleva y cuando desciende expulsa un cálido vendaval de aire caliente por la nariz. Es equivalente a una escultura modernista cargada de innovación y movimiento.

-Hacéis una pareja muy bonita, lástima que sea tan hijo de puta.

Alzo el rostro centro mi mirada en la rubia prepotente que le saca brillo a su manzana mientras se dirige al mueble de los libros.

-¿Qué?

-¿Te has parado realmente a pensar en quien es ese chico? -pregunta divertida antes de darle un mordisco a la manzana imitando a Eva.

Titubeo. ¿A qué viene esto?

-Es Christian Wilde -respondo. Ella sonríe.

-Exacto -afirma triunfal. Frunzo el ceño dando lugar a que se explique-. Es el mujeriego de Christian Wilde; ese chico al que tanto odiabas por ignorar tu maldita existencia. ¿Debo recordarte cuanto le detestabas y por qué? -mi boca se abre sola. Tiene razón, he acabado emamorándome del maldito yuppy-. Veo que no es necesario.

-Pero él ha cambiado -afirmo con total convencimiento.

-Estás tan ciega -dice divertida riéndose de mí-. Melinda, las personas no cambian.

-¡Pero tú lo has hecho!

Lisa estalla en una carcajada y toma un libro de una de las estanterías del mueble para salir riendo de la sala.

Desde lo que ocurrió en el cine está retomando su vida de antipática irritante. Aunque no hemos hablado mucho desde entonces. Quizá ese sea el problema.

Deslizo la punta de mi dedo índice por su perfilada nariz y sonrío al ver como se mueve incómodo. Últimamente se le ve muy cansado y creo que es porque no está durmiendo bien. Puede que darle tantas vueltas al tema de Verónica le tenga preocupado.

Pasa bastante rato hasta que despierta. La verdad es que tengo las piernas entumecidas, pero no quería despertarle.

-Buenos días, bello durmiente -musito deslizando mi mano por su mejilla. Él sonríe evidentemente adormilado.

-Buenos días, desengañada -responde con voz ronca haciéndome reír.

Me encanta como me mira, es como si no existiera nadie más. La adoración brilla en sus ojos junto con mi reflejo.

Los ojos pertenecen a la persona que los hace brillar.

* * *

Paso tanto tiempo con él que cuando estamos separados me siento incompleta. Tiene un cachito de mí.

No llevamos mucho tiempo saliendo, habrá quien piense que en tan poco tiempo no hemos podido enamorarnos de verdad. Pero sólo él y yo sabemos lo que sentimos.

El amor no es cuestión de tiempo, sino de sentimientos.

Y mi amor por él arde como el infierno.