Capítulo 37

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Christian

     Siete veces.

     Le he llamado siete veces a lo largo de estas dos horas y el señorito no se digna a coger el dichoso teléfono. Tengo que estar detrás de todos como si fuesen niños chicos.

    Me mato para encontrar a alguien que ocupe la vacante del equipo para poder jugar los partidos pendientes y sin embargo todo son pegas; pero nadie hace nada para solucionar el problema.

     ¡Que estrés!

     Llamo al ricitos por octava vez y con cada tono mis esperanzas se esfuman. Hasta que la llamada no realizada finaliza.

     ¡Lo voy a matar!

     Está claro que no le importa una mierda el equipo, ni la nota, ni nada.

     Estoy a punto de tirarme sobre el sofá cuando suena el timbre.

     No me apresuro para abrir ya que no esperaba visitas, y para mi desgracia, la visita no es agradable.

     —¿Por qué has tardado tanto en abrir? —pregunta la rubia arrogante mientras se abre camino dentro de mi casa. La observo entrar y cierro la puerta con desgana.

     —¿A qué has venido?

     —A hacerte una visita. ¿Acaso no te alegras? —resuena la malicia en su voz. Me besa la mejilla de modo cortés aunque su intención es otra. Guardo silencio y al ver que no respondo su pregunta y tampoco correspondo al cordial saludo, frunce el ceño y se aleja en dirección al sofá—. Tenemos que hablar.

     "Tenemos que hablar" es una frase que siembra el terror en cualquiera, ¿verdad?

     —¿Sobre...?

     Se sienta en el sofá y da un par de palmadas a su lado para que me siente. En cuanto lo hago, una ola de perfume arrasa con mis sentidos.

     —Ha llegado a mis oídos que ya tienes a quien cubra la vacante del equipo —dice con voz seria como si estuviera a punto de dar una mala noticia. Asiento—. ¿Te has planteado la idea de readmitir a Gael?

     Su pregunta me sorprende.

     —Por enésima vez, no eché a Gael —repito con desgana—, ¡se fue él solito!

     —Bueno... deberías meditarlo antes de meter a cualquiera en el equipo —dice a modo de regañina mientras juega con las manos sobre su regazo. ¿Está nerviosa? ¿Por qué?

     —Lo hablaré con Axel, y según lo que opine él, haremos la prueba y lo someteremos a votación —explico encogido de hombros.

     —Está bien...

     —Oye.

     —¿Sí?

     —El otro día hablando con Melinda me dijo que ahora eres más... —titubeo y alzo la mano para darle a entender lo que quiero decir, pero su ceja arqueada me indica que no lo estoy logrando— afectiva... con ella —la rubia asiente y me mira con una sonrisa llena de malicia—. ¿Puedo saber a qué se debe este cambio?

     —Sólo quiero llevarme bien con mi hermana pequeña —se encoge de hombros y me da una sonrisa que no es más falsa porque no se puede.

     —¿Y que hay de la apuesta?

     —Sigue en pie.

     Me suena como una sentencia de muerte.

     —Pero...

Enamorada De Un Yuppy [✔️] [Gallagher #1]Where stories live. Discover now