1. "La rosa de Guadalupe."

827 49 0
                                    


-Cariño.- mi madre abrió la puerta lentamente, la luz se colaba detrás de ella queriendo llegar a mi.

- No quiero hablar.- conteste como las últimas dos semanas.

- Mía, debes de seguir con tu vida. Te hemos dado el tiempo suficiente para que te repongas. - mi madre se sentó al borde de mi cama & comenzó a acariciar mi enredado cabello, hace más de dos días que no me baño.

- Lo que quiere decir, es que nuevas tu sucio trasero de la cama & que retomes tu vida, ya hiciste suficiente drama por el resto de tu vida. - comento enfadado Edward.

- Yo también me alegro de verte hermanito. - conteste sarcástica ante su comentario.

- Mía, por favor debes levantarte & seguir adelante, ya habrá más chicos que Axel. Aparte todos te extrañamos pequeña. - mi madre depósito un tierno beso en mi coronilla & solo cerré los ojos con fuerza.

¿& si tenía razón?
Que tal si estaba actuando muy dramática ante la partida de Axel, todos en algún momento deben de partir & nosotros mismos nos hacemos daño queriendo recordarlos como solían ser, queremos tenerlos a nuestro lado.
No digo que sea bueno olvidar, solo estoy diciendo que todo se supera & te las etapas de la vida se van cerrando. En su momento, en su tiempo.

¿Yo dije eso?

O bueno lo pensé.

- Esta bien, mañana iré al instituto si aún no estoy suspendida & volveré a retomar mi vida normal, es patético estar así por alguien que ya ni se acuerda de mi. - respondí con una sonrisa forzada.

- Esa es mi bipolar hermanita, te extrañaba demasiado Mía. - Edward se acercó a mi & me fundió en un tierno abrazo, un tierno abrazo que no quería romper.

Edward se había distanciado un tanto de mi, pero no quería eso para mí vida quería tenerlo justo aquí a mi lado.

- ¿Pueden dejarme un momento? Necesito recapacitar que eh hecho de vaga estas dos semanas & alistar todo para mañana. - dije sonriendo con pereza.

- Mía... - me llamo la atención Edward.

-¿Si?. - pregunté confundida.

- Solo han pasado tres días desde que Axel se mudó & por cierto fue fin de semana. - Edward puso los ojos en blanco & mi mamá soltó una pequeña risita.

-¿Ah si?. - pregunte desorientada.

- Si cariño. - confirmo mi mamá. - Tus amigos no han dejado de llamar & preguntar que es lo que tienes, traté de explicarles la situación & que no querías a nadie aquí. Acordamos en darte un tiempo, un fin de semana para ser exactos & luego ellos podrían venir a visitarte, aunque déjame decirte que están muy preocupados & no han dejado de llamar. - apenas mi madre terminó su relato el teléfono de la casa comenzó a sonar con un ruido ensordecedor.

-¿Son ellos?. - pregunte con una sonrisa.

Axel no era lo único que tenía en la vida, ni lo más importante una persona importante si era, pero no el oxígeno que necesita mi patética vida para seguir en función.

- Supongo, se habían tardado en llamar... ¿Unos diez minutos?. - exclamó con felicidad mi madre.

A veces quisiera tener la felicidad que irradia la señora Edison, toda la Colonia la respeta, su familia la adora & tengo al mejor ejemplo justo frente a mi que me cuida en todo momento & que siempre está para mi.

- Mía, cuando una persona se va es solo porque ya cumplió el propósito que tenía de estar contigo. Quizá Axel solo vino a demostrarte que debes de ser feliz, siempre debes de sonreír hermanita. - Edward me abrazó muy fuertemente.

- Lo sé Edward, me tomo dos punto cinco segundos darme cuenta de que en verdad me falta un tornillo & no puedo frenar mi vida por un idiota como él. - dije con simpleza, aunque por dentro quería tirarme a llorar hasta quedarme sin lágrimas.

- Tus amigos se pondrán muy feliz por ver a la persona en la que te estás convirtiendo hermanita. - Edward nunca había sido tan cariñoso conmigo & ahora llevaba más de seis minutos consintiendome.

- Gracias Ed, ahora si no te molesta necesito ducharme & preparar todo para mañana. Quiero ser una nueva versión de mi & seguir adelante. - exclame triunfante.

Edward se despidió de mi dejando un beso en mi coronilla & salió a paso lento de mi dormitorio cerrando detrás de si muy levemente la puerta.

Cerré los ojos intentando asimilar lo que ocurría, Axel se había marchado para siempre de mi vida & solo me había pasado perdida todo un fin de semana. Mis amigos están muy preocupados por mi & yo solo estaba pensando en que sería de mi sin el baboso de los autos deportivos.

Que egoísta suena.

Negué repetidamente, aunque sabía que me encontraba sola...

¿Oh no?

¿& si toda mi vida es un programa de televisión? & si, en cualquier momento sale alguien a decir "Fin".
Nah a quien engaño, es mucho. Hasta para mi.

Me levanté a regañadientes & encontré mi celular entre todas mis cobijas, pulse el botón de inicio solo para darme cuenta que se encontraba muerto, busque mi cargador en la mesita de noche & lo conecté.

Busque mi pijama & me metí al baño, ya en la ducha & con el agua caliente recorriendo mi piel pude pensar con más claridad.

Mía eres tan patética que estoy apunto de pegarte con un bate de béisbol que usó Edward para practicar el deporte donde usan ese bate de béisbol que tienen Guardado en la cochera.

¿& eso?, ¿La rosa de Guadalupe?

No idiota, soy yo.

¿La rosa de Guadalupe?

Ñoooo, soy tú vista desde otra perspectiva.

Entonces... ¿No eres la rosa de Guadalupe?.

No idiota, soy tu consciencia & estaré para ayudarte a que no te mates intentando darte una ducha.

¿Me vas a enseñar a bañarme?

Cierra la llave si no quieres morir ahogada.

Mire la llave de la que hablaba aquella vocecita irritante en mi cabeza & efectivamente. El agua del jacuzzi estaba comenzando a sobresalir del límite.

La cerré de un jalón & volví a controlar el mismo ritmo de respiración.

Así es como funciona Mía, voy a cuidar de ti. Pero no porque te quiera o si quiera te aprecie, te cuido porque si tu mueres yo muero.

Vaya, que alentador. Nunca nadie se había preocupado tanto por mi.
Eres como la rosa de Guadalupe.

¡No soy la rosa de Guadalupe!

For You Best Friend.Where stories live. Discover now