MIA, ERES MÍA

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NOTA DE LA AUTORA:
Algunos de vosotros me habéis pedido que os de alguna red social mía... he pensado sobre ello y he hecho un IG nuevo para poder hablar con vosotros, quiero que me digáis que esperáis, podéis hablar conmigo e incluso colgaré algunas fotos de algunas escenas, paisajes o canciones para que podáis acercaros más... será un placer conoceros: @ ann_parks1997

Ahora disfrutad del capítulo

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—¿Qué?

—¡Acabo de hablar con mi padre! —Cierra la puerta por donde ha entrado de un portazo— ¿Por eso me dejaste?

—No lo sabía.

—Sí, en Alemania, ella te dijo que estaba embarazada.

—Erik, yo no sabía nada.

Me siento en la butaca blanca, hinco mis dedos en el reposabrazos. No solo ha traído otro niño al mundo si no que es del padre de mi ex-novio. Mi madre está dispuesta a seguir haciéndome la vida lo más difícil posible.

—Mia... —Nick entra al estudio, en el peor momento posible.

—¿Y tú que haces aquí? —Le espeta— ¿Sigues acosándola?

—¿Qué? Pero si yo tengo novia.

—¡Entonces qué haces aquí! —Parece que su voz hace eco—. Lárgate, ahora.

—No, ella no está bien.

Ambos me miran, parece que quieran saber que pienso. Pero lo que realmente pienso es que voy a volverme loca.

—Erik ahora que.

—¿Ahora qué? Tengo que hablar con mis hermanos antes de que lo haga mi padre o la loca de tu madre.

No parece enfado, solo asustado.

—Mi padre tiene que alejarse de tu madre. No te quiero en mi familia, no puedes estar en mi familia.

—¿¡Qué narices te he hecho!? —Le grito entre sollozos.

Su teléfono suena en la otra habitación.

—Tengo que cogerlo, espera aquí.

De eso nada.

Llamo a mi madre, insisto cuanto puedo. A la octava vez lo coge.

—Querida ¿Porque tanta insistencia?

—¿¡Porqué insistes en joderme la vida!?

—¿Cómo?

—¿¡Con el padre de mi novio!? ¡Necesitabas tener otro hijo! ¿¡Y del padre de mi novio!?

—Como que del padre de tu novio...

—¡Erik Dagger, mamá! ¡Él es mi novio!

—Pero pensaba que no tenías novio.

—Mamá, deja a ese hombre. Vuelve con papá —las lágrimas salen a borbotones de mis ojos.

—Cariño... ¿Y porque no dejas tú a Erik?

—¡Porque le quiero!

Me seco las lágrimas. No le estoy mintiendo del todo a mi madre, yo no le he dejado, porque le quiero.

—Hija, yo también quiero a su padre...

—Mamá, no me hagas esto...

Me siento en el suelo como una niña pequeña.

Un hijo no tendría nada que ver con nosotros, no seríamos hermanos de verdad, pero no me apetece verlo cada día, porque quizás, igual que un hermanastro no tiene nada que ver con nosotros, ahora Erik no quiere nada que ver conmigo. Por eso mismo, no puedo tenerlo en la familia, de ninguna de las maneras, siendo o no mi hermanastro.