VI

264 16 3
                                    

CAMBIOS DE HABITACIÓN

Los votos ya habían sido contados, todos estábamos esperando que nos comunicaran quienes habían sido mas nombrados que el resto. Marcus y su chica se encontraban besandose y abrazandose al fondo de todos entre los sofás, los mire con el ceño fruncido y mi mejor cara de asco, en el momento más serio dónde la vida de más de sesenta personas corre riesgo están en esta situación.

—¿Y si dejamos de mezclar saliva y nos concentramos en el asesino? - se me escapó, Marcus me miró sonriendo y alzó una ceja, en cuanto la chica solo puso su peor cara y posó como para una foto.

—Si tanto te gusta mi novio simplemente confiesa que eres la asesina y mátame, es la única forma de que me separes de mi niño. - ella sonrió con maldad y siguió con su ataque de besos hacia Marcus, él, luego de mi comentario al parecer entró en razón sobre la seriedad al asunto y la apartó.
Esteban cruzo la puerta de la mansión con una caja y una sonrisa en su rostro, en cuanto nos vio completamente neutrales su sonrisa se desvaneció lentamente.

—Veo que varios de ustedes ya... Perdieron... Que lastima ¿Que están organizando para descubrir al asesino? - preguntó volviendo a sonreír como si estuviese hablando de arcoiris y el duende de la olla de oro.

—Una votación para encerrar a los sospechosos, o, al sospechoso. - Habló Marcus levantándose del sofá y dirigiéndose hacia mi lado, una vez llegó me miró disimuladamente, el contacto visual era intenso pero parecía que nadie más que nosotros lo notaba, una media sonrisa apareció en su expresión regalandome como si de un bonus se tratase un guiño de ojos.

—Ten cuidado. tu chica es celosa. - dije en forma de burla. Marcus soltó una carcajada amarga antes de responder.

—No es mi chica, pero tú podrías serlo. - Mis mejillas luchaban por no ponerse rojas y que los nervios no se apoderen de mi cuerpo, fui bastante exitosa ya que simplemente rodee los ojos y centre de nuevo mi atención en Esteban quien estaba hablando sobre lo peligroso de encerrar a alguien por una semana entera.

—La decisión ya está tomada. - respondí rápidamente —Vamos a hacer lo que sea para encontrar al asesino, por más muertes que suframos en el intento y por más errores que tengamos. - hablé. Estaban pareció estar satisfecho y procedió a nombrar los nominados.

—La primera persona sospechosa es Oliver Hoop. - Comentó Esteban, Oliver se apartó del resto con la expresión un poco preocupada hacia la otra punta de la sala.
—Seguido por Livv D'Angelo. - Una chica la cual no conocía y estaba segura de no haber visto también fue hacia la otra punta de la sala.

—Creo que deberíamos también cambiar de compañero de cuarto ¿no? Para estar seguros con quienes estamos. - propuso Oliver, todos sospecharon de primeras por su comentario.

—Tiene razón. - Admitió el chico junto a mi. —Si alguno de los sospechosos es el asesino deberíamos de mantenerlos a los dos juntos, para proteger a los compañeros anteriores que ellos tenían. Por las dudas.

Eso tenía mucho sentido, todos accedimos y procedimos a buscar nuevo compañero de habitación, llegamos a la conclusión de que si cambiaba uno, cambiabamos todos para que sea justo e iguales en condiciones.
Dudaba de todos los que veía a mi alrededor, sobre todo de esa chica la cual se pasaba cerca de Marcus, no me daba buena espina y no la quería cerca mío.
La mirada de Marcus sonriente se acercaba hacia mi poco a poco mientras la recién nombrada nos miraba queriendo matarnos literalmente.

—Eres la única persona la cual confío realmente. -habla el. 

—¿Y tú "no chica"? - me burle. —Creo que se va a enojar mucho si te ve conmigo.

—Yo no me preocuparía mucho por ella. Nadie tiene la vida asegurada en este lugar, ni siquiera nosotros. - un comentario que si me hizo dudar sobre si decirle que si o no, pero siendo sinceros era en quién más confiaba y la opción de dormir solos no estaba disponible, así que termine accediendo y alrededor de las 4 de la tarde ya me encontraba mudando mis cosas a su cuarto.

—Espero que no me mates mientras duerma. - Bromeé, no era momento para chistes pero si no los hacía era como que sentía el ambiente demasiado amargo.

—No prometo nada. - Marcus responde riéndose mientras levanta la mirada, sus ojos grises se plantaron en mi, desprendiendo intensidad y misterio, había algo en el que me decía que no es tan transparente como lo parece. Y si el tenía algo que ocultar, podría describirlo.

—¿De dónde vienes? - pregunté queriendo iniciar una conversación normal, sin intenciones de nada.

—Soy de Colombia. Medellín. - debí suponerlo por el acento, es muy bonito para ser sincera. —¿Tu, de dónde eres?

—Carolina del Norte, Estados Unidos. - dije. El sonrió. —¿Y tú y tú "no chica", hace cuánto están en una "no relación"? – No sabía por qué me daba tanta curiosidad saber por ella. Marcus desvío su mirada hacia mi, sin dejar de colocar mis bolsos en mi lado de el cuarto.

—Los celos no son buenos Chloe. – Se burló. —No estamos siquiera en una "no relación" como le dices, simplemente hablamos normalmente, queríamos follar y eso hicimos... Creo que tú hiciste algo similar ¿Verdad? – Preguntó el.

—Sí. Oliver y yo follabamos de vez en cuando. – Sonreí, si, había exagerado un poco la situación con la palabra "follabamos" fue solo una vez la cual no creo que se repita, pero no iba a decir eso. Nuestros ojos chocaban en toda la conversación sin desviarlos, sin vergüenza, como si ya nos hubiésemos conocido de toda la vida. Aunque eso de alguna extraña forma se me hacía extraño. Al verlo, escucharlo, estár cerca de el. Una parte de mi está segura de haberlo visto en algún lado, solo que no sé dónde.

[Capitulo editado]

Muertes Placenteras [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now