XIII

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MEMORIAS Y ACUSACIONES 

CHLOE

No tenía razones para ponerme de esa manera. No debía sentir eso para nada.
Marcus y yo no éramos nada, al menos, no ahora, que antes hayamos sido una especie de "pareja" no nos convierte en pareja ahora... Eso creo...
Entré a nuestra habitación con el sosteniéndolo de la mano y cerré la puerta, Marcus me miró con una ceja alzada y su estúpida sonrisa egocéntrica.

—Rara forma de pedirme que te folle, pero acepto. -Insinuó, su mirada seductora se plantó en mí, mirándome de arriba a bajo. —Nosotros igual teníamos cosas pendientes. -Se acercó, sus pasos ocupaban el poco espacio que nos separaban, yo daba marcha atrás inconscientemente.

—Cuéntame más, cuéntame más sobre nosotros y lo que pasó. -Pedí, no se por que estaba tan desesperada por saber.
Marcus no pareció escucharme, se acercaba mas y mas dejándonos a una distancia súper corta, que con un simple movimiento podría cortarse.
Su rostro se dirigió a centímetros del mío, por un momento creí que iba a besarme, sus labios húmedos posaron mi mejilla, sus manos acariciaron mi brazo, lentamente se alejó de mí. Mi corazón latía a mil por hora, este chico iba a matarme en estos días.
Camino hacia la esquina de la cama y se sentó en ella, palmó un espacio a su lado para que me siente.

 
Eso hice. 

Me tomó unos segundos analizar su mirada y lo que expresaba ahora. Tenía miedo, el chico de ojos grises y moreno cerro sus ojos y suspiro profundamente antes de abrirlos de nuevo.

—Podrás imaginar que mi hermano le dijo a nuestras familias sobre lo que había ocurrido ¿Verdad? -Inicio. Suponía que eso había sido antes del accidente... Asentí esperando a que prosiguiera. —Por mi parte el único que no aceptó eso fue mi padre... El tuyo no tenía problema alguno.

—¿Mi padre... Esta?

—Muerto. Sí. No me gusta sonar crudo, pero así fue la situación. -Confirmó todas mis teorías, los recuerdos venían a mí como cataratas.

Marcus y yo nos escondimos detrás de uno de los muebles del pasillo, queríamos escuchar que hablaban nuestras familias, Jacob se encontraba ahí, furioso y en su rostro había venganza. No lo hacía por amor hacia mi, lo hacía por duro y puro rencor.

—No puedo permitir que mi hijo Marcus se case con Chloe, James esto es inaceptable. -Dijo el padre de los mellizos. Jacob sonreía mientras esperaban la respuesta de papá.

—El trato era claro señor Johnson. Mi hija iba a casarse con alguno de tus hijos, tu elegiste a Jacob por que ella no quería a ninguno, ahora ella eligió. El trato sigue en marcha, solo que con el joven Marcus como su marido. -Ordenó mi padre. Sonreí mirando a Marcus, el también tenía una sonrisa en su rostro, mi papá lo aprendió a querer. Tanto como el a mi papá.

—El futuro líder de este negocio es Jacob, necesitamos a una líder a su lado y su hija es la correcta, Marcus no será más que un simple sicario de por ahí. -Eso me enfadó. Salte como leche hervida y me adentré en el salón de reuniones de los Jhonson.

—No voy a permitir que hable de esa manera de Marcus señor. Con todo el respeto que puedo tenerle, el cual no es mucho ahora, le digo que aprenda a cuidar sus palabras cuando se dirija a su hijo. -Ataqué, el señor Johnson me miró con cara de desaprobación, luego dirigió está misma a mi padre esperando a que me dijera algo.

—Hija, estos son asuntos entre nosotros.

—No. No cuando los afectados acá somos Marcus y yo. No quiero casarme con Jacob y mucho menos quiero casarme, papá tenemos dieciséis años. No pueden planear mi boda de dieciocho. -Me quejé. —Quiero estar con Marcus, lo amo y si en un futuro voy a casarme quiero que sea con el, no con quién ustedes me ordenen, no soy una de sus empleadas para que me digan que mierda hacer con mi puta vida y usted debería tener más respeto a Marcus porque en un futuro no creo que el tenga piedad de matar a su propio padre. - Finalicé, Mi novio estaba en la puerta con una sonrisa en su cara, mirando la escena que había armado.

Muertes Placenteras [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now