XXIV

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MUERTES PLACENTERAS

CHLOE

—Ahora tú ¿Parejas? –Cuestionó Marcus. Mi mente empezó a recordar mi ex relación con un amigo de Hannah el cual no era malo, si no que muy... Intenso. Y celoso, no había quien se diera una idea del nivel de celos que cabía en ese chico. Aunque por lo que se, no es que Marcus sea muy diferente que digamos, quizás no es agobiante como el, pero no puedo negar sus evidentes celos cuando otro me habla o simplemente le manda amenazas como a Jackson.
Entreabrí los labios mientras me preguntaba inconscientemente si lo que estaba por decir era correcto. Cuando confirme que no tenía nada de malo simplemente lo solté.

—Salí con un amigo de mi mejor amiga durante un año, cortamos más que nada porque él quería ir a estudiar a otro país y por su toxicidad y desconfianza hacia mi quería que me vaya con el... Pero no quería irme, era demasiado intenso. –Marcus frunció el ceño como si estuviese pensando en algo que va a decir. —¿En qué piensas?

—¿Tuviste sexo con el? –Bueno, digamos que no era la pregunta que esperaba. No dije nada. Me limité a asentir despacio, tanteando la situación que se estaba formando. —Entonces pienso en cómo voy a matarlo cuando salgamos de aquí. ¿Crees que cortar su miembro sería buena tortura? –Preguntó con una sonrisa inocente y diciéndolo con tanta naturalidad como si estuviese hablando de algo sumamente común que ocurre todos los días.

—¿Puedo saber quién te hizo así? –Cambié de tema. —No me mal entiendas. Me gustas, así como eres, pero a veces quiero saber más de ti y cómo llegó Marcus Johnson a ser La parca en carne propia. –Admití. Una sonrisa de lado se formó en sus labios mientras sus ojos solo me relojeaban cada tanto.

—Mi abuelo era la paz en mi casa, él trabajaba de lo mismo que mi padre pero ya estaba grande como para seguir en esa mierda, así que fingió su muerte y cambió su identidad, pero pasaba todo el día en casa cuidándome a mi y a Jacob, bueno, más a mí, Jacob ya estaba metido en todo eso ya que al ser hijo mayor... Él sería quien continuaría todo cuando mi padre se retirara. 

—Sigo sin entender Marcus... - Hablé, con cautela para no molestarlo con nada.

—Mi padre quería que trabajara con el, pero no de forma limpia como Jacob, el quería que yo matara a las personas para que no haya sangre en las manos de mi hermanito... Mi abuelo peleaba todos los días con él para que me dejara fuera de esto... Cuando murió ya no había quien me defendiera y me alejara del "negocio" Y ahí es donde comencé a cubrir los baches de mi hermano, Richard se encargó de contratar a un hombre para que me enseñara  disparar y no fallar... Tantas personas inocente perdieron la vida por culpa mía, por no tener la fuerza de matar a la única persona que realmente merecía morir, y ahora cargo con la culpa de eso, deseando volver a ser el Marcus que no tenía este tipo de preocupaciones. - Finalizó. 

—Aún hay un poco de ese Marcus libre de culpas dentro. –El negó.

—Ya no queda nada de él. Ojalá nunca hubiera apretado ése gatillo por primera, no cargaría con tantos... A veces siendo alguien que aprendió a matar, da placer... Otras, solamente quiero aplicarlo contra mí mismo y darme el merecido, aunque hacerlo sería demasiado fácil para mi. Mi mayor castigo es permanecer con la culpa toda mi vida, ser quien soy y luchar por eso.

—Eres Marcus Johnson Eres la mismísima parca en persona. Si. No hiciste cosas buenas y no mataste gente que se lo podría llegar a merecer. Pero el poder que tienes es más grande que cualquier otra cosa...

—El poder lo tiene mi padre, y siempre lo tendrá él hasta el día que me muera, quiero matarlo, el merece que lo maten, el mundo ya tiene suficientes penas como para que ese sinvergüenza siga vivo. –Dijo enojado, la furia que el desprendía de su cuerpo y la sensación de venganza que había en su ser, era extremadamente intensa, se sentía en el aire, se respiraba y latía en los corazones.

Muertes Placenteras [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now