Muertes Placenteras [EN EDICIÓN]

XXV

MARCUS

ASESINOS INOCENTES 

Era tan impredecible saber que pasaba por su cabeza.
Un día estaba shockeada por descubrir que eres uno de los mejores asesinos en la región, y al otro te ofrece matar a tu propio padre. Idea que a de ser verdad, no me disgustó en lo absoluto.
Pero todo tenía su estrategia, y la esperanza de que lo haya dicho enserio, se disminuía cuando cada vez más olvidábamos el tema.
O ella lo olvidaba. 

—Cuando dijiste lo de mi padre, Chlo... ¿Qué tan enserio estabas hablando? –Me digne a preguntar, ella me miró con seriedad y recapacitó un rato que era lo que iba a responder.

—Hablaba enserio. –Mi cara de sorpresa era evidente. —No me mires así, Marcus, vamos a matar un montón de gente para salir de esto. Tu padre es nuestro verdadero enemigo aquí dentro. Si no lo matamos a el, todo lo que hagamos va a ser en vano. –Sin duda alguna esta mujer me volvía loco.

—Yo... Mañana comenzaré con mi lista. –Comente. —Espero que cuanto antes comiences con la tuya.

—Jane y yo... Estamos pensando en eso... A ambas se nos va a hacer difícil, digo, matar por primera vez. –No pude evitar reírme cuando escuché eso salir de ella, aparentemente la masacre de nuestra querida amiga seguía siendo desconocido para la pequeña Chloe.

—Querrás decir, tu, matar por primera vez, Jane ya lo ha hecho. –Dije. Ella entrecerró los ojos mirándome con atención mientras le contaba. —¿Recuerdas la masacre que hubo hace no mucho? Ella asesino a todas esas personas en esa noche. Me quedé sorprendido, ni yo había podido hacerlo así de fácil.

Noté como su mirada por parte se entristecía, sabía que no le gustaba nada la idea de asesinar a una persona inocente, pero en su cabeza también estaba el deseo de salir de aquí y volver a ver a su mamá, a su amiga y sobre todas las cosas, se que quiere estar conmigo, como personas normales.

—Mañana comienzo también. –Dijo entonces, después de su ola de silencio incómodo. —Quiero empezar cuanto antes.
Asentí.
La cita terminó más rápido de lo que yo quería que terminase, no por ninguna pelea ni nada, solo por qué ya no habían tantas cosas que podíamos hacer, es la desventaja de estar encerrados.
La deje en su cuarto. Jane estaba durmiendo plácidamente así que no hablamos mucho para no despertarla.
En cuanto iba a saludarme, note que dudaba un poco en cómo hacerlo, mis manos, al contrario, no dudaron en tomar sus mejillas y unir nuestros labios de una manera dulce, de verdad quería que ella disfrutará cada segundo conmigo.
Al separarnos me dedicó una sonrisa antes de cerrar la puerta.
Me metí en mi habitación, encontrándome con Esteban sentado de piernas cruzadas en la cama.

—Veo que te está yendo bien con ella. –Dice el. —¿Estás siguiendo nuestro plan? –Pregunta. Yo asiento sin decir nada. Todo está saliendo tal cual quiero que salga.

—Ella confía en mi. Estará muerta antes de que los últimos 3 meses terminen. - Mentí, Esteban y mi padre creían que estaba enamorándola para que sea mas fácil asesinarla, tenia que seguirles el juego en cuanto estábamos solos. —Y ahora si me disculpas estoy cansado.
Sonreí inocentemente mientras señale la puerta, indicando que se vaya.

Eso hace.
Me recuesto exhausto de todo lo que estuvo ocurriendo... Mis ojos se cierran de a poco mientras recuerdo la cita de principio a fin... Me muero de ganas de llevarla a una real en cuanto termine esta tortura...

...

Era de noche, si no me equivocaba las 4 de la madrugada en cuando tocan mi puerta, era un toque silencioso, como si no quisieran despertar a nadie. Me levante con el peor humor a abrir, pretendía echar a cualquiera que este tras esa puerta. En cuanto abrí - con mucha brusquedad a decir verdad - pude ver los ojos llorosos de Chloe, mientras con vergüenza me enseñaba  sus manos. Estas estaban cubiertas de sangre. Me alarmé en seguida, hasta que caí en la situación, me costó unos segundos en entender que no se trataba de su sangre, si no de otra persona. Chloe había matado a alguien, y estaba arrepentida de ello, o al menos eso creí.