Tom con Botas

929 60 6
                                    

Mamá pensaba que Tom necesitaba un par de botas, yo pensaba que Tom necesitaba un par de botas: ¡Tom necesitaba un par de botas! 

- Nunca las usaré... ¿para qué?  

Ni siquiera quería salir de la cama. Yo había ido abajo por un vaso de agua y había hablado con mamá por unos minutos antes de regresar arriba e intentar convencerlo de ir en busca de unas buenas botas para volver a salir a montar. Jalé de su mano en mi infructuoso intento de sacarlo de la cama, el problema estaba en que él era más fuerte y pesado que yo; y por más que intentaba no lograba hacerlo siquiera moverse. Me eché el cabello hacia atrás y gruñí. 

- ¡Será más fácil montar! - Le dije para convencerlo. 

- No es cierto, ¡tu me puedes montar sin ellas!

Ni siquiera tuve tiempo de avergonzarme de lo que acababa de decir, me jaló rápidamente y me tuvo encima de él en un segundo.

- Justo ahora no las veo, creo que puedes hacer un gran trabajo, ¿no?

- Ay, Tom... - Intenté levantarme. - Ahora no... si nos vamos ya quizás encontremos una tienda abierta, ¿por favor? 

Él se negó y puso sus manos en mi trasero. 

- Ayer no querías nada, ¿por qué hoy sí? - Le pregunté. 

- Porque ayer no veía tan posible el desperdicio de esto... - señaló hacia su entrepierna, - en la ducha. 

Negué con la cabeza y él escondió el rostro en mi cuello, gruñendo y haciéndome cosquillas con su barba,  - ¡Anna!

Cogí su rostro con mis manos y nos miramos el uno al otro durante unos segundos. 

- Vas a venir conmigo a buscar botas. - Frunció el ceño y gruñó antes de aceptar. - ¡Entonces que sea algo rápido!

Al instante Tom jaló de mi y nos besamos apresuradamente. Me levanté de encima de él y tiré las sábanas a un lado cuando me saqué los shorts y las panties en un mismo movimiento.

Las manos de Tom se metieron bajo mi blusa y cogió mis caderas con fuerza, besándome de nuevo comenzó a subir sus manos por mi cuerpo hasta que llegó a mi pecho, no se detuvo: alzó la blusa sobre mi cabeza y su barba me hizo más cosquillas cuando me besó el cuello, rasguñé su espalda cuando regresó a besarme los labios. 

Tom se echó hacia atrás, pegando la espalda a las almohadas y haciendo que lo siguiera para sentarme sobre él y prácticamente hacer todo el trabajo. Tom siguió apretando mi cuerpo con sus manos, jalando y empujando como si el tiempo ya se nos hubiera terminado. Me aferré a sus hombros y le mordí el labio sin dejar de moverme sobre él. 

- Anna... - Tapé sus labios con los míos, acallando sus gruñidos. 

Puse mis manos sobre las suyas en mis costados y respiré agitadamente contra su mejilla mientras él intentaba con todas sus fuerzas no ser el primero en perder el control.

Pero ya habíamos pasado ese punto, apenas le toqué el abdomen con un dedo él echó la cabeza hacía atrás y cerró los ojos con fuerza, apretándome con sus manos. 

- No te lo guardes, - le dije, - ¡ven y dímelo!

Alcancé su cuello con una mano y Tom me besó un par de veces mientras se le cortaba la respiración, sentía lo mismo pero él simplemente no podía aceptar que estaba más cerca del límite que yo. Mantuve mi mano en su mejilla y le di un par de besos cortos en los labios, luego Tom escondió el rostro en mi cuello de nuevo. 

- Oh...  

Puso sus manos en mi espalda y se dejó ir por completo en un instante.  Podía sentir su cuerpo temblar bajo el mío y lo seguí en segundos, echando la cabeza hacía atrás mientras Tom recuperaba el aliento y me besaba el cuello, el hombro o cualquier cosa que pudiera alcanzar. 

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now