Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

La Guapa Durmiente Parte 1.

Debo decirles que ésta historia se terminará pronto... no sé cuándo... pero pronto (les avisaré). 

Así que disfruten los capítulos!

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No me gustaba el departamento, me había acostumbrado a vivir con Tom, si había una cosa que no me había preocupado en los últimos años, era escuchar sonidos en medio de la noche. No había manera de que alguien entrará a la casa de Tom, en primer lugar estaba la enorme reja negra y en segundo, Tom siempre se ocupaba de cerrar las puertas y aun si escuchaba algo, él estaría a mi lado en la cama y podría abrazarlo.

Ahora, pasaba cuando menos la mitad de la noche preocupada.

Sabía que era estúpido porque había siempre un vigilante en la entrada del edificio, pero a veces tenía que ponerme de pie y revisar que la puerta estaba correctamente cerrada. Me sentía extrañamente paranoica.

Las malas noches no tardaron en pasarme la factura, a una semana de haber recogido lo último de mis cosas, Tom me había dicho que iba a cambiar algunas cosas de nuestro arreglo, así que tendría que volver a firmar papeles antes de que se nos pudiera considerar separados definitivamente.

- Hola, - entré a su casa, saludando a Olly, que no dejaba de dar vueltas entre mis piernas, - sí, chico... ¡buen día a ti también!

- Buenos días, - Mel salió de la cocina con dos botellas en la mano, - todavía no comen...

La proposición de la niñera iba acompañada de un biberón agitándose en su mano. Le sonreí, cogiéndolo y subiendo las escaleras con ella.

Entré a ver a las niñas, estaban despiertas y contentas. Hannah ya había los primeros intentos por salir de la cuna, mientras que Danny se chupaba el dedo y miraba a su alrededor. Alcé a Danny cuando vi que Mel se acercó a Hannah.

No me costó demasiado trabajo hacer que Danny aceptara la leche, pero le conté a Mel acerca de la comida que ya deberían estar probando.

- Creo que por la mañana es mejor algo ligero. Más tarde les daremos puré. – Me respondió.

- La verdad es que la mitad del tiempo no sé lo que hago. - Le confié.

- Es normal. – Me sonrió con Hannah tomándose la leche a regañadientes en sus brazos.

- Buenos días. – Tom asomó la cabeza en la habitación de las niñas. – Me despertaron dos veces anoche, las dos al mismo tiempo.

Tom se veía un poco cansado, pero no comenté nada. Desde que firmé los papeles no sabía cómo hablarle, no sabía que decirle o que hacer a su alrededor. Por un lado quería abrazarlo y decirle que si no le importaba me gustaría que arregláramos las cosas, pero por el otro lado quería darle una bofetada por ser tan estúpido y orgulloso.

Mel dejó que Tom cargara a Hannah en sus brazos, la niña se alegró al instante, contenta en brazos más familiares. Tom hizo su mejor esfuerzo para que la pequeña se terminara la leche, pero ella simplemente ya no quería más, y cuando gritó nos lo dejó muy claro. Mientras tanto, Danny se terminaba la leche como un verdadero angelito.

- Vaya, lleva días así. – Me contó Tom.

- No le cae bien la fórmula. – Nos dijo Melanie, - estaba acostumbrada a la de pecho, yo creo que es eso.

Tom y yo nos miramos por un momento.

- En ese caso, te dejaré un par de botellas antes de irme. – Le dije.