Los Médicos Tienen Manos Frías

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Intenté subir el capítulo ayer, pero no estoy segura si era wattpad o mi conección lo que no pudo cargar... 

¡Espero que les guste!

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- ¿Por qué me trajiste? - Tom me susurró cuando entramos a la oficina del ginecólogo. 

Me quería reír pero no lo hice porque había un par de mujeres sentadas en la sala de espera. En vez de burlarme de Tom, me quité los lentes oscuros y le señalé que hiciera lo mismo. Tom nunca se quitaba los lentes de sol y aquello a veces me fastidiaba más de lo que debería. 

- Voy a ir a registrarme, busca un asiento, ¿sí? - Le dije al apretar su mano. 

Tom asintió y nos separamos, él se fue hacia un sofá y yo lo vi sentarse junto a la mesita donde estaban las revistas, fui hacia el escritorio de la recepcionista detrás de una barra y le sonreí cuando alzó la mirada de lo que estaba haciendo en el ordenador. 

Le di mi nombre y me dio una tabla con una forma que llenar antes de entrar al consultorio del médico, me di la vuelta y fui a sentarme al lado de Tom. 

- ¿Qué es eso? - Me preguntó señalando hacia la tabla. - Pensé que los médicos te hacían las preguntas en persona... - dijo al pasar su brazo por encima del respaldo de mi silla. - La hora de la verdad, Anna, ¿sientes molestias al orinar? 

Apreté los labios para no llamarle la atención y solamente le di una palmada en la pierna, a lo que él respondió riendo. 

- Eres un tonto... - Le dije. 

Tom no era el único hombre en la sala de espera del consultorio, pero sí lucia como el más desesperado, una vez que regresé la tabla con toda mi información me senté al lado de Tom y cogí su mano, teníamos cita para las once en punto y aún no eran, así que decidí que necesitaba distraerlo porque el médico siempre tardaba horas con sus pacientes. 

- ¿Cuánto crees que ella tenga? 

Me preguntó mirando a una mujer de cabello oscuro que estaba sentada al lado de un hombre alto y flacucho, ella tenía la mano sobre la barriga, se veía como que ya tenía bastantes meses de embarazo. 

- ¿Es de mala educación preguntar? - Me dijo, suspiré y me volteé hacia la mesa de revistas, recogí una y se la eché en el regazo. 

- Entretente, ¿sí? - Le sonreí. 

Lo último que necesitaba era que Tom le preguntara a una mujer que si estaba embarazada cuando tal vez no lo estuviera y los dos pasáramos vergüenza. 

Tom cogió la revista de mala gana y comenzó a pasar páginas y páginas mientras yo sacaba mi teléfono para distraerme con los mensajes de texto de Jonah. 

"Tu eres una niña, ¿cómo piensas cuidar de uno más de tu especie?"

Me había escrito Jonah, no le había contado a mamá ni a papá porque apenas había hablado del asunto con Tom pero me moría de ganas de decirselo a alguien y el elegido de siempre era mi hermanito. 

"¿Qué sabes tú? Tan solo el año pasado te hiciste hombre." Le escribí. "Además, mis hijos van a ser hermosos ángeles comparados con tus monstruosos hijos ñoños." 

"Mis hijos serán más jóvenes que los tuyos y aún así, ellos serán sus jefes." Contestó. 

"Pues mis hijos serán más-" 

- ¿Alguna vez te has visto el cervix? 

Creí haber escuchado mal; dejé caer el móvil sobre mis piernas y parpadeé un par de veces, sentí la mirada penetrante de Tom y giré la cabeza lentamente. 

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now