La Pelea del Siglo: Listing VS Kaulitz.

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Ayer se me pasó subirlo, pero verán que el sábado tienen el que sigue! (es que no soy mala y se van a quedar con la duda cuando lean éste...)

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La pelea de esa noche me tenía más que nada entusiasmada, Tom estaba ansioso y me resultaba obvio por más que intentara disimularlo.

Por la mañana nos habíamos despertado ante la incesante súplica de Olly de entrar a nuestra habitación. El perro raspaba la puerta con las uñas y ladraba, cosa que a Tom le ponía de malas, así que unos segundos después del segundo reclamo a modo de ladrido, él se puso de pie casi de un salto y fue a abrir la puerta.

Yo estaba acostada boca arriba y tenía una almohada apoyando mi espalda, a pesar de los pocos meses de embarazo, las gemelas eran grandes y mi barriga estaba floreciendo, evitando que alcanzara mis propios pies y obligándome a dormir de ese modo.

- ¡Hola, chico! – Me alegré ante la visión del perro.

Éste dio un salto y se acomodó en la cama a mi lado. Vi a Tom sentarse a los pies de la cama y ver en nuestra dirección.

- ¿Estás cansado? Si lo estás, deberías dormir un poco más... - Sugerí.

Tom negó con la cabeza y me sonrió al colocar la mano en mi pierna por encima de las sábanas.

- No, dormí muy bien. – Me dijo. - ¿Tú?

Resoplé y me llevé la mano a la barriga. Esas dos pequeñas ya me estaban quitando el sueño y ni siquiera había visto sus rostros aun.

- La verdad sí dormí... - Bajé la mirada y me froté el vientre, - pero no muy bien.

- Que lástima, ¿y ustedes? – Tom se inclinó y puso su mano sobre mi barriga, pegó la oreja a un costado y cerró los ojos, - más vale que hayan dormido bien.

Puse mi mano en el cabello medio revuelto de Tom y lo peiné hacia atrás un par de veces como para hacerle un cariño.

- Siento que se mueven, ¿soy yo o...?

Presté un poco de atención, la verdad era que últimamente sentía el pequeño revuelo de las niñas ahí dentro, me sentía más pesada y me causaba un ligero dolor de espalda, pero en ese momento sentí los clarísimos movimientos de algo que no era uno de mis órganos. Era más bien como cuando uno se mueve en el agua, así sentí dentro de mí.

Tom levantó la cabeza y me sonrió brevemente antes de volver a pegar su oreja a ese punto de mi enorme vientre.

- ¡Sí que se mueven! – Le respondí después de unos segundos, parecía que esas dos estaban redecorando su pequeño nido. - ¿Crees que serán más como tú o como yo?

- No tengo idea. – Tom respondió suave y honestamente. – Pero serán preciosas.

Le dirigí una sonrisa a Tom y luego le di una pequeña palmada en el hombro cuando las gemelas dejaron de moverse.

- ¿Me ayudas? – Le pedí.

Él me cogió las dos manos y me ayudó a ponerme de pie. El resto del día fue un pequeño torbellino; primero llegó su entrenador cuando ni siquiera habíamos terminado de desayunar, y después llegó Bill. Por la tarde vi a Tom preparar su maleta, Bill estaba a mi lado con los brazos cruzados mientras observaba al igual que yo los movimientos de su hermano.

- Que no se te olviden las identificaciones, en el hospital te las pedirán. – Bill dijo.

- Ya las guardé. – Tom respondió sin desviar la mirada de las cosas en su maleta.

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now