Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Algo Digno de Reconocer

Tuve problemas para cargar la imagen... pero espero que a ustedes sí les aparezca.

¡Espero que les guste!

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Yo quería regresar a Vegas lo antes posible después de la brutal demostración de fuerza y técnica de Tom, pero no podíamos, a pesar de que sus heridas eran mínimas tenían que revisarlo en el hospital. Le dije a Bill que no me sentía bien -y era verdad- para no tener que hacer el viaje al hospital con ellos. Mientras un auto llevó a los gemelos yo prácticamente huí al baño de mujeres con el teléfono móvil en las manos. 

Tuve miedo, por un momento tuve miedo de Tom, de ver lo que había hecho. Se habían llevado al pobre chico en una camilla aun sin reaccionar, estaba en las nubes y me preocupó ver también ese hilo de baba rojo que tenía en la barbilla mientras un par de paramédicos le hablaban en un intento de  traerlo de vuelta a la realidad. 

Me senté sobre la tapa de uno de los inodoros y esperé unos minutos antes de salir por la puerta de atrás, había una camioneta negra esperándome así que me subí en la parte de atrás y le di vueltas al asunto en mi mente. 

Es que había sido casi bestial, ya sabía que Tom tenía esa manera tan... entregada de pelear y sabía que si algo lo hacía enojar se podía poner en plan de "macho que pega", lo había visto cuando golpeó a mi antiguo jefe. Nunca nos habíamos peleado de verdad, generalmente alguno de los dos cedía rápidamente y las cosas nunca se habían puesto "intensas" pero no quería saber si en algún momento él perdería el control y yo podría terminar en el suelo del mismo modo que su joven contrincante. 

No sabía si eso era lo que más incómoda me tenía o el hecho de que tampoco me podía sacar de la mente la idea de que un día a Tom lo iban a noquear y sería él quién no podría fijar la mirada ni detener su propia caída. Estaba en la cima y pensaba que podría mantenerse ahí hasta que decidiera retirarse en unos años, pero la verdad era que de seguro habría alguien que le robara su invicto y lo enviara directo al hospital. 

Cuando llegamos a casa le di las gracias al conductor de la camioneta que me había ayudado a bajar, había un par de fotógrafos que ignoré al entrar al hotel, un par de botones emocionados me recibieron, no eran más que unos niños pero se veían entusiasmados y me miraban como si fuera una figurita de oro solido y brillante. Les dediqué una sonrisa amable en mi camino al elevador y mantuve la compostura solo mientras las puertas permanecieron abiertas, una vez que vi mi reflejo en la superficie metálica dejé caer mis hombros hacia el frente y me apoyé en la pared de metal detrás de mí. 

Había sido una noche horrorosa y ni siquiera había hablado con Tom aún. 

Él me iba a preguntar qué era lo que andaba mal, yo terminaría inventando algo sobre mi periodo porque era el único tema del que no intentaba sacarme más información. 

Ay, Tom... en ese momento tenía ganas de vomitar, había perdido las ganas de celebrar su gane que había sido un fraude para mí. No podría nunca admitirlo porque Tom me mataría si se lo dijera, pero no había sido una pelea justa, el otro chico nunca tuvo oportunidad contra él. 

Caminé a la habitación en el fondo de un pasillo, dejé mi bolso sobre la mesita junto a la puerta de nuestra suite y me quité los zapatos antes de ir hacia mi maleta a ponerme el pijamas. 

Emilie y yo intercambiamos mensajes de texto y luego me metí a la cama, ella y Listing habían visto la pelea y según lo que ella me decía Georg estaba enfurecido por haberse perdido la oportunidad de pelear con Tom.  Yo estaba feliz, su esposo habría sido capaz de regresar los golpes de Tom y no estaba segura de quién habría podido ganar esa pelea que originalmente había sido pactada.