Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)

Bebés, Hermanos & Familia

Me tarde miiiileeeeenios, pero ya les dejo este pequeño capítulo!

Me disculpo si hay errores, no lo revisé como es debido - pero nunca lo hago...-

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Las enfermeras hacían que cuidar a las dos niñas luciera fácil; Tom y yo intentamos no volvernos locos con la idea de que las niñas llegarían a cierta edad en la que seguramente les gustarían los niños de esa misma edad...

- ¡Ay, Tom! – Me quejé apenas lo escuché, - ¡Acaban de nacer, pasará mucho tiempo antes de que eso pase!

Aquello no pareció servir mucho, pero cuando menos le sirvió de consuelo.

Algunas de las cosas que no tenía idea de cómo hacer, resultaban ser las cosas que las enfermeras me decían que serían las más importantes. En primer lugar, Hannah tenía un ligero problema en los pulmones, aunque era la más grande a ella casi no nos dejaban verla fuera de la incubadora, pero Danny... Danny era un mundo completamente distinto desde que nació. Amamantarla había sido difícil las primeras veces, pero una vez que la beba estaba bien comida, solo quería acurrucarse a dormir, y lo hacía mejor en mis brazos que en cualquier otro sitio. Aparentaba siempre estar contenta y una vez que desapareció aquella hinchazón de recién nacida, pudimos ver que tenía unas diminutas mejillas rosadas y una naricita bellísimas...al menos a Tom y a mí, nos parecían ambas niñas una maravilla en toda la extensión de la palabra.

Hannah estaba idéntica a su hermana, solo un poco más delicada; Tom era quien pasaba más tiempo en los cuneros visitando a la pequeña porque yo seguía en la cama aprendiendo con ayuda de las enfermeras a sacarme la leche y amamantar a Danny.

Según Tom, Hannah era peor aún que su hermana: apenas la soltaba en el cunero, despertaba y se ponía a llorar de nuevo.

Mis padres se maravillaron con las gemelas, mamá me dio una charla corta pero muy clara. Ambas lloramos, ¿por qué no? Papá no lloró – cuando menos, no lo admitió –, pero en cuanto tuvo a las niñas en sus brazos se le aguaron los ojos.

Jake no se perdió la oportunidad de visitar y creo que Bill nunca había lucido tan perdido desde que lo conocí. Con mi familia de visita en el hospital, él y mamá se habían llevado bien cuando se conocieron, pero sin lugar a duda, todos estaban enfocados en observar a las niñas y de ser posible hacerles un video mientras bostezaban o se movían.

- ¿Cuándo sales del hospital? – Me preguntó Jake, tenía que volver a casa con su esposa y mi sobrina.

- Creo que mañana por la mañana, pero Hannah de seguro se queda un poco más. – Le dije, Tom estaba justamente con mis padres en los cuneros, mostrándoles a las gemelas por séptima vez esa tarde. - ¿Tienes algún consejo?

Le sonreí a mi hermano, él negó con la cabeza.

- ¡Te acabas de meter en un buen lío! – Intentó sonar serio, pero se le salió una sonrisa al final de la frase. – Yo solo tuve una, hermanita... tú... vale, tienes agallas.

Abrí los ojos y la boca como si estuviera sorprendida, no era el primero en decirme que era una atrevida por tener gemelos, pero ¿qué pensaba la gente que iba a hacer? Eran mis hijas, estaban en camino, ¡y Tom y yo habíamos esperado por ellas casi dos años! Por supuesto que no me importó que me dijeran que tendría el doble de problemas durante y después del embarazo.

Todo se quedaba chiquito cuando tenía a mis niñas en brazos, cuando las veía todo valía la pena... y sabía que para Tom era igual.

- Bueno, ¿qué tiene la gente en contra de los embarazos múltiples? – Me quejé en voz baja. – Ya, en serio, ¿consejo?