Capitulo 46

880 62 84
                                    

Seiya no sabía donde estaba o que estaba haciendo. Recordaba perfectamente haberse dormido abrazado a Shoko, y ahora sentía estar de pie frente a un barranco, viendo el Mar.

¿Era un sueño? No, no se sentía como un sueño.

-¿Así que eso es todo?- Exclamo una voz al lado suyo, y al ver quien dijo eso, vio a una niña de cabello largo hasta los pies de color negro, ojos del mismo color de aspecto vacíos y harapos como única ropa.

Pero a pesar de su apariencia, de alguna manera sabía que no era una niña.

-Sabes que no puedo romper el juramento que le hice a Athena- las palabras le salieron solas, pero sentía que no eran del todo suyas. Además que el tono de su voz era más grave que su voz habitual.

-¿Y que pasa con la promesa que me hiciste? Prometiste ayudarme a volver a mi hogar. ¿No me ayudarás?- Aunque su rostro estaba fuera de emociones, en su voz había un tono de reproche, así como de decepción, y algo de dolor.

-No creo poder ayudarte ahora, lo siento- se disculpo, y aunque no podía verse, sintió sus labios estirarse en una sonrisa de disculpa.

-Mentiroso-.

-No lo soy. Que no pueda ayudarte ahora, no significa que no pueda ayudarte en el futuro-.

-¿Y como puedes ayudarme si estas muerto?-.

-Ni yo lo termino por entender bien, pero se que mi alma renacerá en el futuro, o algo así. Así que... cuando nos volvamos a ver, entonces podré ayudarte a volver a tu hogar-.

¿Era un recuerdo? No, Seiya no recordaba conocer a esta "niña" ni esta charla, pero algo en él le decía que esto no era un sueño o ilusión, sino que de verdad paso.

-¿Lo prometes?- Pregunto la "niña". Sus ojos parecieron brillar con esperanza.

Él se arrodillo a la altura de la niña y levanto la mano derecha, su puño estaba cerrado, excepto por el pulgar que tenía levantado.

-Escuche que en occidente había una tradición de que si cruzas tu meñique con el de otra persona, la promesa que se hagan se cumplirá, sin importar que- otra vez las palabras salieron solas de sus labios.

¿Era él quien decía todo esto, o alguien más y él solo veía todo en Primera Persona?

La pelinegra levanto el meñique con su mano y lo cruzo con su meñique más grande.

-Entonces es una promesa-.

Sintió su cabeza moverse ligeramente de arriba a abajo, había dado un asentimiento. -Te prometo que la próxima vez que nos veamos, te ayudaré a volver a tu hogar... aunque si eso sucede, te recomiendo usar la apariencia que tienes ahora, ya que de otra forma no creo reconocerte-.

La niña asintió.

-Es una promesa- dijeron al unísono.
................................

Seiya abrió lentamente los ojos, siendo lo primero que vio el techo de la habitación. Unos débiles rayos del sol salían entre las cortinas de la ventana de la habitación, y por lo pequeño que eran, apenas había salido el Sol en el Inframundo Bíblico. Pero a pesar de lo temprano que debía ser, Seiya no sentía la pereza habitual que tenía a estas horas, su mente estaba concentrada en el sueño que acaba de tener... si es que en realidad fue un sueño.

Intento mover su brazo derecho para ver su mano y hacer el gesto del meñique, pero un peso en ese lado de su cuerpo se lo impidió. Giro la cabeza, encontrando el cuerpo de Shoko durmiendo al lado suyo, muy pegado a él. Ella usaba su brazo como una almohada y sus manos se aferraban con delicadeza a la camisa que tenía para dormir.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioWhere stories live. Discover now