𖤐 Capítulo 11

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La Guardia Negra

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Ann se había lanzado a los brazos de su padre mientras su madre y hermanos se inclinaban para saber que era lo que le pasaba a su pequeña traviesa.

Ann sollozo sintiéndose asustada del hombre que la acoso dentro del templo, las personas a su alrededor que la oyeron porque a estas alturas de la vida quien no conocía a la hermosa, pero revoltosa niña de los Kloffman.

Ella era tan popular que tenía una trenada de niños detrás de ella, tanto o igual como Penny tenía de muchachos, por lo que cuando escucharon que un sacerdote noble la había acosado y robado su lazo, todos se alarmaron.

Todos miraron al hombre que miraba en dirección a la niña, el único que tenía el lazo que antes decoraba la cintura de Ann en la mano, ellos temieron por la niña, ya que si un plebeyo hería de cualquier forma a un noble eran asesinados.

— El maldito es un noble — Edward apretó los dientes.

Su mano fue sostenida por Ellen, quién también era una noble, ella miró con preocupación a su joven cuñada y luego a su padre. El barón Daniel Blackford estaba con el ceño fruncido, él era diferente de los demás nobles, sus padres siempre le inculcaron la igualdad de trato entre nobles y plebeyos por lo que no tenía problema de estar en la puerta sur con la familia del prometido de su hija.

Edward era un buen muchacho y su pequeña Ellen era muy inteligente, pero terca, cuando ella se enamoró del mayor de los Kloffman no le quedó de otra que ofrecer un matrimonio arreglado, su pequeña Ellen tenía quince años, pero estaba tan enamorada de Edward que ningún otro muchacho entraba en sus ojos.

Edward estaba igual de enamorado que ella para su alivió.

El problema ahora era que un Zanetti estaba interesado en la menor de los Kloffman, aquello podría terminar mal si no le daba un seguimiento adecuado.
Él como noble podría protegerla, el problema era que su título estaba vacío de riqueza y estatus, además de que ante los ojos de los demás nobles estaban en la ruina.

Todo porque no tenía hijos varones ni una tierra fértil. Él se había dedicado a producir en sus tierras artesanías y con eso habían estado sobreviviendo, incluso su gente en la baronia los apreciaban.

— Mi titulo puede servir como cobertura temporal — Daniel miró a su consuegro.

Randy asintió con seriedad — Gracias, al unir a nuestras familias me asegurare de que tu apellido tenga el poder necesario para protegernos — prometió.

Después de todo su hijo estaría con ellos, un título noble podría servir en estos momentos. Daniel se sonrojo y asintió, él sabía que era todo para el bien de ambas familias.

Ann fue llevada en los brazos de su padre hasta la casa, muchos los miraron sorprendidos en la calle, pronto la noticia se extendió entre todos los cercanos a la familia.

Edward les dijo a sus hermanos que se prepararán para ser las sombras de su hermana, no importaba donde ella fuera, siempre debían escoltarla.

Ellos asintieron, dividiéndose entre sus grupos, cada uno dirigía a veinte personas entrenadas en sigilo y armas, habían ido creciendo contratando y alcanzando poco a poco a las personas que eran desechadas por la sociedad en general, los más ágiles y sigilosos se dividían entre los recolectores de información y las sombras.

Luego estaban los guerreros avanzados y los novatos, todos tenían una base central enorme y muy conocida por el gremio de aventureros en Lorka, la zona más oscura de la capital, el lugar tenía reglas estrictas, pero había comida y establecimientos para los que hacían el voto secreto de los dioses.

Ese voto Ann lo había desarrollado con el permiso de los dioses, con el único fin de ayudar a su hermano, así sus hombres serían leales, rastreables y si rompían el voto secreto morían en el instante sin poder decir nada a nadie.

Todos los que en esos años habían encontrado refugio en esa organización de Seguridad Kloffman también conocida como la Guardia Negra por sus ropas oscuras con símbolos runicos en su piel dependiendo del rango que alcanzarán, los capitanes tenían sus propias runas tatuadas en su pecho, estos era en forma de una espada con una letra S enroscada en la hoja y un mango rojo en llamas. A la par de la espada estaba perfectamente dibujado dos letras entre lazadas, sin embargo una de ellas no estaba completa.

NA: El logotipo con el que se conoce a la Guardia Negra está en archivos multimedia en caso de no haber sido muy claro en la descripción, mis disculpas y gracias por leer

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NA: El logotipo con el que se conoce a la Guardia Negra está en archivos multimedia en caso de no haber sido muy claro en la descripción, mis disculpas y gracias por leer.

Ese era el símbolo de la organización de seguridad que había crecido en los últimos años tanto que eran exclusivos de Kloffman y sus asociados, ninguno de ellos sufría bajo el abuso de sus protegidos y en caso de hacer trabajos exteriores—con personas nobles que los contrataban para escoltas privadas o recolección de información— se aseguraba por contrato la seguridad de su personal, las identidades de cada uno de ellos estaban protegidas y en caso de que se violara el contrato los nobles pagaban una ridícula cantidad de oro y se colocaban en la lista negra.

Esta famosa guardia negra estaba por todo el imperio, con personas de su confianza que se reportaban todo el tiempo en cada ciudad existente en el imperio Stea, ganaban grandes cantidades de dinero protegiendo a la familia Kloffman de la que ellos mismos formaban parte de una u otra forma, a pesar de ser niños de la calle.

Edward siempre se aseguraba de que nadie sufriera daños y dependiendo de las infracciones que los nobles cometían se daba una venganza por sus hombres. Él era alguien de temer.

Ann le había preparado para ser un auténtico jefe de la mafia bien organizado. Claro que Edward era un tipo bueno, no asesinaba, robaba o secuestraba, en caso de que algún cliente tratara de hacer algo como eso daban aviso a las autoridades con evidencia para que estos fueran atrapados, estaba en contra de las violaciones y castraban a todo aquel que la cometía.

Gracias a la repugnante actitud del imbecil de Sigfrido Zanetti Ann se vio encarcelada en su casa en espera de viajar a las tierras del barón Blackford con su cuñada y el insoportable Geo.

En esa semana se anunció al público el nacimiento de una santa, la joven noble del Vizcondado Kastalia, Aisha Kastalia tuvo una ceremonia pequeña debido a su modestia y timidez, importantes funcionarios asistieron a la ceremonia y un representante del emperador junto al séptimo príncipe Imperial asistieron. Damian Stea, quinto en la línea de sucesión, de quince años con cabello negro como la noche y ojos dorados símbolo del poder y la pureza de la familia Imperial de Stea.

El joven y atractivo príncipe se sintió atraído por la amable sonrisa de la niña, la timidez y bondad que mostraba con todo el mundo hicieron peso en su atracción, él se fue marcado por ella sin saberlo.

¡Ꭺ ꮮꭺ ꮇꮖꭼꭱꭰꭺ ꮮꭺ ꭲꭱꭺꮇꭺ!Where stories live. Discover now