𖤐 Capítulo 32

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La familia Kastalia recibió un revés, ellos habían presionado a los Blackford para que vendieran sus tierras, Daniel se negó a hacerlo, aún cuando eran pobres por ser una Baronía infertil, se dedicaron a hacer artesanías, durante años sus artesanías eran mal vendidas, pero hace unos años atrás, cuando la menor de las hijas Blackford, Ellen se había enamorado de un Kloffman, una familia noble caída en desgracia hace más de dos siglos, su vergüenza fue escrita en los libros de historia y las supuestas hazañas que hicieron olvidadas en los libros antiguos ahora llamados libros prohibidos.

Al principio el muchacho parecía esquivó, incómodo, pero mientras más tiempo pasaba menos podía intervenir, él lentamente estaba cayendo en las manos de Ellen Blackford; por eso Trevor había convencido a una de sus hijas para ir tras el joven Edward, solo para disuadir a los Blackford de su "oportuno romance", eran mujeres que no heredarán buena tierra, nadie quería un matrimonio con ellas.

Su hija Irisatz había fracasado, no sólo no evitó la relación de Ellen y Edward, sino que se hizo su amiga y ahora trabajaba para ellos en busca de su más anhelada independencia. Él la había repudiado tras su fracaso.

Las cosas habían empeorado para su Vizcondado cuando los Blackford encontraron una mina de piedras mágicas del más alto nivel, maldijo su suerte, cuando lo que su princesa, Aisha había dicho se hizo realidad, claro que las cosas no salieron como ella dijo, pero sí había acertado en muchas cosas. Él por eso le creía.

Aisha era un ángel que le habían entregado dulzura y cariño, la niña era única y especial, los dioses incluso le habían dado una cabellera violeta muy hermosa que luego se tiño de blanco. Nadie en el continente Draco podría aceptar el cabello violeta sin asociarlo al mal, que era todo lo opuesto a su hija.

La madre de Aisha era del continente Scortek, de una ciudad en el sur, donde todos tenían la piel morena y hermoso cabello violeta oscuro, sus ojos eran de un encantador rosa. Su mirada era hechizante. Ella había migrado hasta el imperio Stea debido a la necesidad de una vida mejor, su ciudad era pequeña y en el continente Scortek los nobles gobernaban de forma excesiva a los plebeyos. Por eso su mujer huyó.

Ellos tenían muy pocos magos.

La madre de Aisha era una mujer ambiciosa que sabía lo que hacía, ella huyó de su ciudad debido a que la esposa del noble con el que se acostaba la descubrió y la mando a matar.

Claro que antes de moverse tiño su cabello violeta a uno completamente negro, sus ojos rosas resaltaban ante su piel morena, ella era muy hermosa, lo sabía por eso se propuso estar cerca de lugares donde hombres ricos la sacaran de su miseria, estaba cansada de trabajar y no tener lo suficiente para comer bien, por eso siguió cazando nobles hasta atrapar uno.

Por eso cedió ante el ofrecimiento de trabajar en una casa de damas, lugar donde los hombres de estatus social alto siempre llegaban, ellas sólo tenían que hablar, darles atenciones y si querían acostarse con ellos, ella se enamoró del Duque Henderson, un hombre que solo una vez había llegado, él nunca solicitó a ninguna mujer, por el contrario, había llegado a sacar a su hermano de la casa de damas, para arrastrarlo. Reprendió su actuar inmoral y el incumplimiento de los votos que hizo.

Eso fue suficiente para que Dalila se enamorara de un hombre de tal virtud, en ese momento el Duque se acababa de casar, por lo que no era muy cercano a su esposa, pero siendo el hombre integro que era no pudo acercarse a él de ningún modo.

Ella encontró formas para buscar los lugares que frecuentaba y siempre aparecía ante él, coqueteandole con el aroma de flores de Liliopcus, conocido por usarse en brebajes de amor, el Duque Joshua Henderson la amenazó diciéndole que era un mago oscuro y que si volvía a aparecer frente a ella se aseguraría de no dejarla vivir.

Ella juro vengarse de la humillación que el Duque le había dado.

Una semana después de esos eventos el vizconde Kastalia estaba suplicandole una noche caliente, ella no se negó, el aroma a Liliopcus había dado resultado en uno Vizcondes adinerado, él tenía esposa e hijos, pero eso no suponía un problema para Dalila; después de esa noche ella había seguido viéndolo, él la sacó de la casa de damas y la llevó a su mansión dónde todos sabían que era su mujer, y ella quedó embarazada seis meses después, para nadie era una sorpresa que un hombre o mujer tuviera más de una pareja, la poligamia era permitida siempre y cuando tuvieran las capacidades de mantenerla

Esa fue la forma en la que nació Aisha, sin embargo, su nacimiento ocultaba un oscuro y enorme secreto que fue tapado por el vizconde tras asesinar a las parteras y los médicos que recibieron a la pequeña, el cabello de la niña era violeta lo que representaba el mal en el mundo antiguo, eran pocos los nacidos con ese color de cabello, pero era bien sabido que nunca tenían un buen final.

Por eso Trevor oculto el color de su cabello y lo tiño en plateado, la cantidad de magia era grande en la niña así que era mejor que fuera pasada por una niña santa, en lugar de una niña maldita, sin embargo, mientras Aisha crecía el dios Welz le susurraba cosas, preparándola para que fuera el origen del caos que él tanto anhelaba, el cabello de la niña era plateado con tonos morados hermosos que eran pasados por alto debido a su aparente bondad e inocencia.

Uno a uno de los hijos mayores del vizconde se habían marchado de casa, y aquellos que decidían quedarse y luchar contra ella terminaban con muertes violentas, ella era malvada, pero se refugiaba bajo la máscara de la inocencia y la bondad desmesurada.

Su madre le había enseñado el arte secreto de su ciudad, algo que todos los Kehereh usaban para escalar alto, el uso de incienso en sus pieles y ricos aromas de Liliopcus para encantar a los hombres, mientras mayor era el estatus de un hombre mejores beneficios tendría, la niña creció bajo los ideales de su madre, ella era coqueta y desde muy pequeña había aprendido a manipular a los hombres a su antojo.

Las mujeres eran difíciles de persuadir, a menos que fueran tontas, eso facilitó las cosas, por eso era alguien a temer.

Aisha tenía talento mágico y su dios le había ayudado a comprender mejor su poder, la devastación del mundo impuro era una magia prohibida que sólo los nigromantes más poderosos podían lograr y Aisha con tan solo ocho años ya podía convocar.

Ella era un prodigio en un siglo según sus padres, no había ni una sola niña que le hiciera frente, ella creció mimada y llena de crueldad, torturaba a sus sirvientes cuando se equivocaban, pero los obligaban a decir que era una santa, las cosas solo empeoraron tras el bautizo de Aisha, quien había sido descrita como la santa más poderosa.

Tenía a toda la nobleza alborotada, muchos pedían verla, incluso uno de los príncipes había mostrado su interés en ella y eso la hizo sentir importante.

Su única preocupación real era enfrentarse al escogido de los dioses. Su enemigo natural, ella rogaba que fuera un chico de esa forma lo utilizaría como un trampolín para tenerlo a sus pies y usar su fuerza para gobernar el continente entero.

Ella nunca pensó que sus deseos estaban errados y que se encontraría con un auténtico genio que a diferencia de ella valoraba a las personas y ayudaba a todos a crecer.

¡Ꭺ ꮮꭺ ꮇꮖꭼꭱꭰꭺ ꮮꭺ ꭲꭱꭺꮇꭺ!Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon